Crónica: alt-J (Žluté Lázně)

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alt-J: Matilda estaría orgullosa.

La noticia podría haber sido que el sonido no funcionó, que los integrantes de alt-J se dedicaron a bailar y dar discursos o que lloviese y se estropeara el ambiente. Pero no, eso no fue lo que pasó, el resumen de este concierto es que todo salió como lo esperado, y con eso nos referimos a un sonido pulidísimo, repertorio completo, banda parca en gestos y emplazamiento perfecto.

DSC_1402A pesar de vender solo tres cuartos del aforo, algo impensable en cualquier otra capital europea pero motivado en parte por el precio de la entrada, los afortunados pudieron disfrutar junto al Moldava de los últimos rayos de sol sobre el césped de Žluté Lázně, a unos respetables Kaleida que actuaron como teloneros y, sobre todo, a los de Leeds que llegaron cargados de «samples» que se sumaban capa a capa junto a los instrumentos en vivo del cuarteto hasta conseguir clavar cada uno de los temas en un concierto sobresaliente, que combinó a la perfección su sobriedad y efectos visuales durante una hora y veinte minutos.

Poco más se puede decir de ellos que no se sepa, sus “playlists” suelen ser muy similares ya que dos trabajos en el mercado no dan demasiadas opciones. Sin embargo, es un hecho que garantizó que ninguno de sus grandes temas se quedara en el tintero para regocijo de la masa que hipnotizada acompañó sin pestañear durante toda la actuación.

Además, una cincuentena de los presentes pudimos asistir a una “after party” en las mismas instalaciones, hemos de decir que poco señalizado, que sirvió como guinda a un pastel que ya adelantábamos en la previa se podría convertir en una de esas noches memorables de este corto verano checo. Confirmamos, así lo fue.

DSC_1378Antes de terminar, y a título personal, debido a lo mal acostumbrados que estamos aquí en Praga solo pude sentir envidia cuando en una conversación con un buen amigo inglés comentaba que tuvo la suerte de ver a alt-J junto a una veintena de personas, cuando Gwil Sainsbury todavía era un miembro de la banda, en el bar de su universidad de Southampton por unas irrisorias 5 libras. Los viajes en el tiempo no son posibles pero hay momentos a los que uno tendría que poder ir.

Redacción: Antón Ben

alt-J, 17 de Junio 2015, Praga.
Organizado por Foruce Entertainment

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