El pasado viernes 14 de febrero, San Valentín para mas inri, Cosmosoul paso por la Sala Galileo Galilei para dar un concierto con mayúsculas, como no podía ser menos sabiendo que era la presentación del segundo trabajo de estudio de la banda. Toda una exhibición durante las casi 2 horas que duro el evento, dejando claro las ganas que tenían de enseñar en sociedad el fruto de su trabajo durante todo este tiempo. Ahora toca masticarlo y disfrutarlo, pero la primera impresión de «Terra» fue imborrable.
Dicen que muchas veces es bueno mantener las buenas costumbres, sobre todo cuando dejaron huella, como fue el caso de la presentación de «Sunrise» allá por finales de 2o11, en un concierto memorable para los asistentes. Pues segundas partes si fueron buenas, mas viendo el show que la banda afincada en Madrid nos regaló el viernes, una demostración de su categoría como grupo y el buen hacer que vienen demostrando en los últimos tiempos. Llena de esperanza ver conciertos tan completos como este, o como alguno de los otros que ha salpicado Madrid de buena música gracias a la nueva edición del festival Madrid es Negro, propuestas que se agradecen de todo corazón por parte del oyente.
Era un día muy lluvioso en Madrid, pero el calor se reservaba para dentro, donde los músicos aguardaban ansiosos la hora de inicio mientras se pulían los últimos retoques y los últimos rezagados entraban apurando para no perderse nada. Un manto de hojas cubría el escenario en un tributo a la naturaleza y al amor que a veces esta tan olvidado en estos tiempos de rencores y mezquindades, un canto a lo natural y lo puro, a lo básico de esta vida. Serian las 10 de la noche cuando los músicos aparecieron en escena y las primeras notas de «The legend of the fish» dieron el punto de partida a un show que se antojaba delicioso, mas con la primera bofetada de «Terra» de buenas a primeras y sin preámbulos.
Tras la presentación que supuso la primera canción, comenzaron a desfilar algunos de los temas del primer trabajo de la banda, como fue el caso de «Heartbeat», «M-U-S-I-C» o «Nada de mal», mientras Alana daba rienda suelta a su angelical voz y los artistas disfrutaban del contacto con una sala a la que tenían rendidos a sus pies desde el primer momento. A destacar el papel protagonista que tomó el virtuoso guitarrista argentino Abel Calzetta, prodigándonos con unos solos muy meritorios y llenos de musicalidad y de vida, que se enmarcaban perfectamente en el concierto y nos trasladaban directamente a tierras lejanas en un viaje hacia lo mas puro.
En todo momento los artistas estaban disfrutando y viviendo el directo con nosotros, pues se notaba que tenían muchas ganas de enseñar lo que «Terra» puede dar de si en directo, y esto era mucho, sobre todo con canciones tan cuidadas como «Faith» o la romántica «Morning ballad», ésta ultima todo un regalo para aquellas parejas que eligieron la sala Galileo para su plan de San Valentín. Personalmente veo en este disco un trabajo mas delicado, de matices y detalles que se agrandan cuando la voz de la solista toma las riendas y despliega sus recursos, dejándonos perplejos ante semejante despliegue vocal, tanto ella como esas magnificas coristas, que estuvieron omnipresentes durante toda la noche (Awinnie Mybaby y la gran Astrid Jones).
Continuo el despliegue con la vitalista «É Você», también del anterior trabajo, y tras ella una «Warrior» brillantemente interpretada por Alana, consiguiendo que en ningún momento echásemos de menos a Chojin, cuya falta fue justificada por problemas familiares del madrileño. Tras ello, la banda se fue dispersando entre cambios de vestuario mientras sonaba una curiosa cover de Billie Jean (Si no es por mi fotógrafo, ni me entero de que es dicha canción, tiene delito!) y a continuación una emotiva interpretación de «Sunrise» y también ese «So special» que tanto nos ha encandilado desde siempre a los oyentes de la banda.
No mostraban visos de cansancio, solo se veían ganas de más en los componentes y más cuando apareció la solista con un nuevo vestuario digno para la ocasión, deslumbrándonos a todos sin excepción. Sonó ese «Minha terra» que personalmente se ha convertido en un temazo instantáneo, repleto de elegancia y delicadeza, y sublime en su interpretación en directo. Y no paraba ahí la cosa, con la gente de Gospel Factory apareciendo para «System, give the world a break» dejando atónitos a toda la sala y provocando con total seguridad una de las grandes ovaciones de la noche, y a posteriori con otra bomba sonora como es «Loni itumo», una bonita joya donde Akin dejo muestras de su gran voz (su maestría con la batería la había mostrado mucho antes) y su marcada influencia africana.
Se acercaba el final entre ovaciones y ganas de más, mientras se veía venir que se iban a llegar casi a las 2 horas de concierto. Así que tocaba poner el broche de oro con una declaración de intenciones como fue «Felicidade pura», todo un canto a la vitalidad y a la alegría que llegaba al corazón del publico, resumiendo todo el mensaje que Cosmosoul han intentado aunar en este trabajo, mientras una entrañable marioneta, un malabarista y algunos amigos ponían el toque de color y felicidad a la noche, completada con un clásico como es «Could you be loved» del tito Bob. Conciertazo en mayúsculas, y ahora a descubrir con la calma que merece este «Terra» que de momento ha dejado unas sensaciones inmejorables, y unas vibraciones y recuerdos que estarán en la memoria de los presentes por mucho tiempo. Long life to Cosmosoul.
Cosmosoul // Galileo Galilei, Madrid
Imágenes por cortesía de Bless Fyahman
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