Nos acercamos a la madrileña sala Lemon para disfrutar de una buena dosis de rap vieja escuela, y desde luego no salimos defraudados. Pasan los años, pero Jeru y Beatnuts mantienen la esencia.
Ya a la llegada a las cercanías de la sala pudimos comprobar la gran afluencia de rappers que había por la zona, lo cual presagiaba buena entrada. Dentro una sala llena hasta casi los topes, mientras Dj Kanzer amenizaba la espera con clásicos de siempre de ambas costas, una selección que ya le hemos visto utilizar en otras ocasiones y con la que se le ve en su salsa, apostando sobre seguro con rocas de Gangstarr, Pete Rock & Cl. Smooth… no cabe posibilidad para el error. Alguno le calificaba de poco arriesgado, pero bueno, en noches como estas es mejor no abandonar la vía clásica, imagino, y mas cuando como se vería a posteriori el seria el encargado de pinchar a los del otro lado del charco.
Llegó la calma, se apagaron las luces y los murmullos de la gente se empezaron a mezclar con las primeras e inconfundibles voces del gran Jeru, que entró a la tarima con la seguridad del que lleva más de 20 años haciéndolo con continuidad. Grande, con razón, pues los años han pasado factura en forma de oronda panza de hombre maduro, pero ese cambio de complexión no ha afectado en lo mas minimo su capacidad para escupir rimas. En una hora de concierto bien completa, sonaron la inmensa mayoría de esos clásicos de sus primeros trabajos que todos estábamos esperando como agua de mayo: «One day«, «Me or the papers«, «Da bitchez«, «My mind spray«…aunque los hubo, los temas más «nuevos» tuvieron poco espacio, estaba claro que Jeru sabe lo que quiere su publico.
Notable su capacidad para fluir, con contundencia, uno de los pocos veteranos que personalmente no he visto necesitar de coristas (parecido a lo que vi en Nas) no se quedaba sin voz en ningún momento ni dejaba estrofas en el aire o a medio contar. Quizás simplemente bajaba un poco el tempo de la canción, pero eso no desmerecía la exhibición que dió el neoyorquino que, con sus 40 y pico de edad, mantiene su energía, clase y ganas de fiesta, como pudieron comprobar todas las mujeres del garito a las que intentó flirtear a lo largo del directo en las pausas entre canción y canción. Sonaron también sus colaboraciones en trabajos épicos, como «I´m the man«,»Pass it«, «El presidente» o el celebre track de los Crooklyn Dodgers (rememorando Clockers) haciendo que solo pudiésemos rendirnos a la dosis noventera que nos sirvió el artista, agradecidos y extasiados de clásicos por un buen tiempo. Definitivamente, «You can´t stop the prophet»
Tras Jeru, difícil tarea la de The Beatnuts, que tenían que mantener el nivel, y más siendo teóricamente los «cabezas de cartel». Lo consiguieron, con la virtud de su manejo del castellano a la hora de caldear la sala y la celebración del cumpleaños de Psycho Les como acicate para hacer la noche mas notoria. Quizás jugó en su contra el no tener tantos big tunes como el anterior, pero ofrecieron un espectáculo digno y animado, jugando con el respetable y dando alas a un Kanzer que también celebraba sus 20 años a los platos, Show serio, digno y divertido el que ofrecieron la pareja, interactuando y por supuesto regalándonos sus joyitas como grupo: «No scapin´this«, «Se acabó«, «Watch out now» (momento de locura de la noche, estaba escrito) y una brillante «Do you believe» que personalmente me trasladó 10 años atrás en el tiempo, bendita instrumental.
No decepcionaron, en resumen, y el cierre estuvo lleno de agradecimiento por los presentes a los artistas, que en una oscura tarde de viernes madrileña fuimos trasladados y disfrutamos de un directo como mandan los cánones. Dinosaurios del micro, que no fallan en sus citas y mantienen respetable y digna la tarea del MC, teniendo mucho que aprender de ellos algunas de las nuevas promesas de la escena. Hip hop isn´t dead.
The Beatnuts & Jeru the Damaja // Sala Lemon
Imagenes cortesía de La Pecera Prods.