Eulogio Pulido, un profesor de lingüística en paro y sin ahorros por culpa de una mujer, se pone en contacto con el comisario Contreras. Para sorpresa de este, que le atiende como favor a un amigo común, Pulido le propone un sistema novedoso de su invención para resolver determinados delitos. A pesar de la lógica e inicial reticencia del policía, Contreras pronto descubrirá que el sinpar lingüista despechado -y descontento con su suerte- es un habilidoso cazador de estilemas. Y para quienes no sepan -como le ocurrió al propio comisario-, lo que es un estilema, son aquellos rasgos linguísticos propios de una persona a raíz de su origen, educación y experiencia. Como experto en el lenguaje -y más concretamente en el habilidoso uso de los estilemas como herramienta lingüística detectivesca para evidenciar a los culpables-, el primer caso que abordarán Pulido y Contreras será desenmascarar a un supuesto estafador a través del testamento de un afamado empresario.
Narrada en primera persona por sus protagonistas, incluida la atractiva y femenina Esther Jimenez, El cazador de estilemas agasaja al lector con hilarantes toques de ingenio, agilidad verbal y vibrante pulso narrativo. Sin duda, los lectores encontrarán guiños deliciosos a lo largo de la trama, sorprendiéndose de la cantidad de información que solemos ‘dejar’ cuando hablamos y escribimos.
¿Por qué recomiendo El cazador de estilemas? Por tres razones principales. Una, por lo divertida que resulta en su fondo y en su lenguaje, del que nos hacen participes sus protagonistas. Otra, por la parte casi didáctica con la que aprenderemos curiosidades -no solo del lenguaje, pero sobre todo de este-, gracias al personaje de Eulogio Pulido. Y, por último, porque su lectura se nos hará corta sin duda ya que su autor ha sabido manejar con maestría la tensión desde la voz narrativa a la sucesión de capítulos cortos en un alarde de virtuosismo para un debutante en la novela policíaca con regusto patrio.
Álex Grijelmo es doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y cursó el Programa de Alta Dirección de Empresas en el IESE. Trabajó en La voz de Castilla y en Europa Press antes de desempeñar diversos cargos en la redacción del diario El País. En 2002 asume la dirección general de contenidos de los medios del grupo Prisa en América, y entre 2004 y 2012 dirige la agencia Efe. Por entonces crea la Fundación del Español Urgente (Fundéu) y en la que es elegido presidente del Consejo Mundial de Agencias. En la actualidad es columnista de El País con la sección «La punta de la lengua». Ha escrito, entre otros libros: El estilo del periodista (1997), La seducción de las palabras (2000), La punta de la lengua (2004), El genio del idioma (2004), La gramática descomplicada (2006), o La información del silencio (2012).
El cazador de estilemas. Álex Grijelmo. Editorial Espasa. ISBN: 978-84-670-5419-4