Este domingo 4 de marzo se conmemoró el día europeo para la prevención del riesgo cardiovascular. Una patología relacionada cada vez más con nuestros hábitos de vida y, sobre todo, con la alimentación. Por eso comparto la entrevista que me concedió la doctora Odile Fernandez. De visita por Valencia impartió un interesantísimo taller sobre alimentación anticancer, organizado por la Clínica Neurotec. Además de superviviente de cáncer, Odile Fernandez es médico de familia en Andalucía, especialista en nutrición anticáncer y autora de los best seller sobre cáncer: ‘Mis recetas anticáncer’ y ‘Mi revolución anticáncer’. Le pregunto por el libro ‘Recetas para vivir con salud‘ (Planeta) recién publicado.
‘Recetas para vivir con salud’ no solo es solidario en cuanto a su contenido. Me refiero a las recetas aportadas por grandes chefs para esta obra. Lo es también en la medida la mitad de lo recaudado con sus ventas ira destinado a la Asociación de Oncología Integrativa. ¿Cómo surgió esta iniciativa?
La idea de este libro no surge ni de Planeta ni a iniciativa mía, sino que es la Asociación de Oncología Integrativa la que busca la divulgación de la Oncología Integrativa, que es sumar la medicina oficial con todas aquellas terapias que sirvan al enfermo. Esto se está haciendo mucho en Alemania, Suiza o Estados Unidos pero que aquí va costando, poquito a poco, aunque ya hay alguna iniciativa en algunos hospitales. Entonces ellos contactan conmigo y me proponen hacer un libro donde se una teoría con práctica y tal y me pareció superbuena la idea. Yo hice la parte de teoría y luego se les propuso a los chefs que a partir de eso elaborasen un entrante, un plato principal y un postre basado en cocina saludable. Aceptaron encantado y creo que es un libro muy bonito, muy heterogéneo, porque hay chefs diferentes, hay chefs Michelin pero también hay chefs healthy que están más presentes en las redes sociales y como decías la mitad de los beneficios de las ventas del libro van para esta asociación un poco para ayudar a los enfermos con cáncer.
Se habla de dietas, pero entre todas hay una que es la reina indiscutible, la que funciona: nuestra Dieta Mediterránea…
Algo tan sencillo, algo que lo hemos tenido ahí, que ha sido parte de nuestra cultura y lo hemos perdido porque hemos pasado a un sistema americano de comida rápida. En parte tiene que ver con esta vida tan acelerada, porque estamos en una sociedad en la que vamos corriendo siempre sin tiempo para comer ni tiempo para cocinar. Pero los estudios dicen que seguir una alta adherencia a la dieta mediterránea disminuye el riesgo de cáncer de colon, de mama, de esófago, de hígado… Que hay un menor número de enfermedades cardiovasculares, que hay un menor número de muertes prematuras, que la clave la sabemos y durante muchos años la hemos seguido. De hecho, las personas que siguen una alta adherencia a una dieta mediterránea viven más y tienen menos cáncer. Por tanto, como esa cultura está ahí, hay que recuperar cómo cocinaban nuestras abuelas, y apostar por eso, por las verduras.
Además del pilar básico de los hábitos alimentarios para mejorar nuestra salud, comenta que hay otros como el ejercicio físico o el control del estrés y el bienestar emocional mediante la relajación o el mindfulness, por ejemplo. ¿Nos lo comenta?
Por eso hablamos no solo de un cambio de alimentación, sino de estilo de vida. Los tres pilares son: una buena alimentación basada en la cocina mediterránea (que hemos dicho que es rica en fruta. Verdura, legumbres, frutos secos, semillas y pescados, y bajo consumo de productos ultraprocesados, sobre todo carne y azúcar), a esto le unimos la práctica de ejercicio físico habitual. Se ha visto que las personas que se mueven con frecuencia tienen menos riesgo de enfermedades crónicas, que no hay que hacer maratones, sino que se trata de que cada uno se mueva adaptado a sus posibilidades. Caminar puede ser un ejercicio físico siempre que sea a ritmo ligero. Y después está el cuidar la mente. Porque sabemos que la mente, el estrés crónico nos puede hacer más vulnerables a las enfermedades. ¿Cómo podemos manejar el estrés? Una de las técnicas son las técnicas de relajación, el mindfulness, la meditación o el yoga. El yoga combinaría el ejercicio físico con el bienestar emocional con que podría ser una muy buena opción. En personas con cáncer se ha visto que es muy buena opción. Por eso hablamos de estilos de vida. Apostamos por un estilo de vida saludable.
La NCRF (National Cancer Research Foundation) publicó un informe en 2007 que se espera se actualice este año sobre la relación entre cáncer y dieta. El informe hay una serie de recomendaciones entre las que se encuentra no solo limitar el consumo de la carne roja y la procesada, de la que ya hemos comentado. También limitar el de la patata. Con lo que nos gustan y lo resultonas que son unas patatas bravas.
La patata… ¿Cuál es el problema de la patata? Básicamente es que es la única hortaliza que se consume. Porque la gente dice: ay, yo como verduras; pero si le preguntas te dice que lo que come son patatas. Sobre todo, el problema es la patata frita. Suelen estar hechas en aceites muy refritos y también es porque la patata tiene una alta carga glucémica, sobre todo si la fríes. Suben los niveles de insulina en sangre y esto está relacionado con más diabetes, cáncer, etc. Deberíamos reducir el consumo de patatas, sobre todo en su forma frita, si la vamos a freír que sea en aceite de oliva, y que no sea la única hortaliza. Hay más, de hecho siempre apostamos por el color, por la cocina del arco iris, que haya una amplia variedad de hortalizas en la cocina.
Recetas para vivir con salud. Odile Fernandez. (Ed. Planeta). ISBN 978-84-08-18062-3
Gracias Bea!!!!! Un besazo
Gracias a ti Ivan.