Con su primera novela, ‘Paisaje quebrado’, Alejandro Pedregosa (Granada, 1974) obtuvo el Premio de Novela Corta José Saramago. Años después publicó una serie de novelas criminales iniciada por ‘El dueño de su historia’ (2008), ‘Un extraño lugar para morir’ (2010), ‘Un mal paso’ (2011) y ‘A pleno Sol’ (2013) ambientada en la acampada de Indignados en la Puerta del Sol en la primavera de 2011. Ha escrito también cinco libros de poemas, destacando ‘Los labios celestes’ (2007) con el que obtuvo el Premio Arcipreste de Hita, y el libro de relatos ‘La sombra de Caín’ (2013). Le entrevistamos tras publicar la novela ‘Hotel Mediterráneo’ (Planeta, 2015) con mucha música entre sus páginas como el mismo autor nos desvela.
Palpita en la novela ese tema tan complejo de novelar que es el maltrato, la violencia machista, lo que las víctimas perciben a veces de la situación que les toca vivir (con o sin ayuda).
La violencia machista no es el tema principal de la novela pero su presencia funciona como eje que desarrolla la acción. Digamos que es el personaje no presente que hostiga a los demás. Por otro lado el machismo es un tipo de terrorismo, y hasta que las autoridades y la sociedad no pongamos el mismo celo en combatirlo que al resto de terrorismos no avanzaremos nada. No recuerdo que las televisiones en los años ochenta o noventa emitiesen programas donde se ensalzaran los asesinatos de ETA. Hoy, sin embargo, tenemos programas para adolescentes donde hay machismo explícito en todos los discursos. No es cuestión de minutos de silencio ni de condenas políticas, se trata de educar, y educar bien y en igualdad.
Háblenos de las canciones que aparecen en ‘Hotel Mediterráneo’ a modo de banda sonora, de su elección.
Yo quería que el cancionero de Serrat apareciese en la novela por dos cuestiones muy importantes. La primera: creo que es el cantautor que más y mejor ha cantado a la naturaleza y al mundo rural; y como ya hemos dicho la naturaleza es importante en este libro. En segundo lugar, creo que los personajes de mi novela (El Presidente, por ejemplo) son muy parecidos a los personajes de las canciones de Serrat (El titiritero, Curro el Palmo, Edurne, Lucía…); tienden a trascender, a no ser meros actores de una historia. Aspiran a quedarse a vivir en la memoria de la gente.
Entre tanto personaje femenino quiero destacar al ‘Presidente’, su humor socarrón y su ‘lenguaje levemente obsceno’ que tan bien encaja con ellas, con las mujeres del Hotel Mediterráneo.
Partimos de que ésta es una novela donde los personajes son tan importantes o más que la propia trama. El Presidente, sin duda, es uno de los personajes más entrañables y carismáticos. Como el resto de habitantes del hotel tienen un pasado poco edificante. El Presidente representa la complejidad de los afectos: ¿se puede llegar a querer a un corrupto?
¿Es quizá una novela con secretos, silencios y música para restañar las heridas del alma de quien acude al ‘Hotel Mediterráneo’?
En cierto sentido sí. El Hotel Mediterráneo no es propiamente un Hotel sino una casa de acogida para mujeres en peligro de muerte por violencia machista. Su propia naturaleza de amparo lo hace ser un lugar escondido y lejano. Pero contra lo que pueda parecer, la vida de los habitantes del Hotel es bastante tranquila y yo diría que incluso alegre… hasta que surge un problema y eso cambia todo.
A pesar de lo bucólico del lugar, en un momento de la narración hay un guiño a esa necesidad, o cierta dependencia a las comodidades y servicios de la sociedad moderna, por ejemplo, un centro de salud si se tienen hijos pequeños.
(Risa). Sí, en la última década y potenciado por la crisis hay una especie de fulgor por volver a lo rural. Y me parece bien, pero creo que muchos urbanitas tienen una visión idílica del campo que no se corresponde con la realidad. La vida rural no es fácil ni cómoda. A menudo no nos damos cuenta de que nuestro grado de sociabilización en la ciudad es muy elevado y creemos que es lo normal. Para nada. Si te vas a vivir al campo o a un pueblo pequeño es conveniente que te guste el silencio y la soledad… pero mucho.
Hay un toque de humor muy oportuno si se está tratando un tema tan serio como el que hemos dicho, no sé qué pensarán los lectores legionarios de ese ‘rollito’ con la cabra.
El humor está presente en todas mis novelas independientemente del tema que traten. Es una forma de entender la vida. Creo que la risa (sobre todo la que se ríe de nosotros mismos) es redentora. En cuanto a La Legión no sé muy bien qué decirte, je je je; desde luego no he pretendido ofender a nadie, pero cada uno es libre de molestarse por lo que le dé la gana. Esa es una libertad de las más practicadas en España, la libertad del cabreo.
Hotel Mediterráneo, de Alejandro Pedregosa.
Planeta, 2015
ISBN:9788408138341
Foto: Raul Pedregosa (c)