Primero fue la Inteligencia cognitiva de Piaget. Después vino la Inteligencia emocional de Goleman. Ahora viene la inteligencia ejecutiva, que integra todas las demás.
Éste no es un libro más sino un paso innovador y decisivo que está llamado a revolucionar la idea que tenemos de la educación. La inteligencia ejecutiva se encarga de dirigir todas las capacidades humanas. En ella reside nuestra grandeza y nuestra esperanza. La función principal de la inteligencia humana es dirigir bien el comportamiento. No basta con almacenar conocimientos, no basta con desarrollar la inteligencia emocional. Haberlo olvidado es la causa de graves problemas personales, educativos y sociales. La inteligencia ejecutiva se encarga de hacer proyectos, tomar decisiones, utilizar los conocimientos, gestionar las emociones, mantener el esfuerzo, aplazar la recompensa, realizar metas a largo plazo. En ella tiene su origen la libertad humana.
José Antonio Marina (Toledo, 1939) es probablemente el más conocido de los pensadores españoles de la actualidad. En su larga trayectoria ha compaginado la investigación filosófica con el trabajo como profesor de Filosofía en un instituto de enseñanza secundaria madrileño. En su obra, Marina acerca al gran público los grandes temas filosóficos, centrándose sobre todo en la teoría de la inteligencia, la fenomenología y la lingüística. Entre sus publicaciones cabe destacar Diccionario de los sentimientos (1999), El vuelo de la inteligencia (2000), El rompecabezas de la sexualidad (2002) y Dictamen sobre Dios (2002). Muestra de su exitosa carrera son los Premio Anagrama y el Premio Nacional de Ensayo.