Hay libros que no nacen para gustar a todo el mundo, como es Nadie es perfecto (Oberón), de Marcelo Pérez Dalannays. Su autor es más conocido en las redes sociales por @perezfecto. Y en ese juego de palabras cabe jugar con el lápiz, con el humor gráfico y con las viñetas de este libro con ganas de provocar.
Una provocación artística, a través de personajes, muchos de ellos femeninos, sin complejos y con pocas ganas de seguir las normas sociales como borregas y borregos. Nadie es perfecto refleja situaciones diarias, otras de fin de semana o de momentos en los que lo más importante es la actitud, lo diplomáticamente correcto baila sobre el alambre de la sinceridad. A quién no le apetecería permanecer un rato más en la cama un lunes de lluvia o escapar de una aburrida fiesta si hay un plan mejor. El lenguaje y las viñetas de Pérez Dalannays rescatan el cómic clásico aunque las situaciones que vemos en Nadie es perfecto son de rabiosa actualidad.
Feminismo y libertad de expresión como señas identitarias. Viñetas de humor maridan bien con las que invitan a la meditación, al desconcierto y a asentir porque no somos quienes a veces creen los demás, sino quienes somos cuando nadie nos contempla. El ojo crítico de @perezfecto lanza el órdago creativo y artístico para desmitificar etiquetas sobre la amistad, el amor, la belleza o las relaciones sociales. El paraíso está allí donde la mirada quiera verlo.
Miremos Nadie es perfecto con la perfecta imperfección de nuestra absurda y compleja condición humana.
Marcelo Pérez Dalannays es dibujador y exjoven. Fuentes confiables aseguran que nació en Chile, hacia 1976 d. C. En la universidad estudió diseño gráfico suponiendo que sería una carrera más rentable o respetable que Arte. Ese fue su primer gran error como adulto. En 2014 abrió una cuenta en la red social Instagram a modo de pasatiempo. Tres años después, aquel hobby se volvió un asunto muy serio cuando la crisis de medios en su país -Chile- obligó a convertirlo en negocio. Hoy, con cerca de 300 000 seguidores y clientes de 5 continentes, ha demostrado que es posible vivir del arte y trabajar en pantuflas.
Nadie es perfecto. Marcelo Pérez Dalannays. Oberón libros.
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