Esta semana entrevistamos a la periodista y escritora madrileña Reyes Monforte. Con la novela ‘Una pasión rusa’ (Espasa, 2015) ha obtenido el XIV Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio 2015. La novela tiene como protagonista a Carolina Codina cantante y esposa del compositor ruso Sergei Prokofiev.
Su trayectoria profesional ha estado marcada por su trabajo en la radio. Ha dirigido y presentado diversos programas en diferentes cadenas, entre las que cabe destacar Onda Cero y Punto Radio. También ha colaborado en varios programas de televisión ejerciendo de colaboradora y, en algunos de ellos, también de guionista. Su novela ‘Un burka por amor’ (2007), se convirtió en un best seller siendo adaptado a la televisión en una miniserie en Antena 3 TV en 2009. Ha publicado: ‘Amor cruel’ (2008), ‘La rosa escondida’ (2009), ‘La infiel’ (2011) y ‘Besos de arena’ (2013). REYES MONFORTE: «De un paraíso terrenal pasó a un infierno terrenal engañada por Stalin».
Durante la entrevista Reyes Monforte asegura que la idea de novelar la vida de este personaje histórico tan desconocido fue por casualidad. «Quedé a comer con unos amigos en un restaurante en la calle Bárbara de Braganza de Madrid, llegaron tarde, no había cobertura en el local y salí a hacer una llamada y encontré la placa que acababa de poner hacia poco tiempo el Ayuntamiento de Madrid». La placa indica: ‘En esta casa nació Carolina Codina cantante y esposa del compositor Sergei Prokofiev’.
Monforte nos cuenta que «Carolina Codina vivió lo mejor y lo peor del siglo XX. Vivió en el Nueva York de los rascacielos, en el Carnegie Hall fue donde conoció a Sergei Prokofiev, en un concierto, fue un amor de primera vista; vivió el glamour y el lujo; vivo en los años 20 en Paris, fue íntima amiga de Hemingway, de Matisse de Cocteuau de Coco Chanel, conoció a la creme de la creme. Incluso cuando estuvo en el Hollywood de los años dorados, que fue cuando conoció a Walt Disney y la convenció para que convenciera a Prokofiev para que hicieran ‘Pedro y el Lobo’. Es algo que hicieron Prokofiev y Walt Disney, lo compuso Prokofiev pero Walt Disney hizo una película».
La escritora también destaca de Lina o Linette, como la llamaba su marido y amigos que «era una mujer con mucha fuerza, con mucho coraje, con mucha fortaleza, además, Lina tenía una capacidad de seducción impresionante, era un imán. No solo era guapa sino que bueno caía bien a la gente además de saber cinco idiomas y catalán pues era hija del tenor catalán Juan Codina». Reyes Monforte afirma que Lina «era una mujer del siglo XX pero, sin embargo, era demasiado adelantada a su tiempo porque lo que pensaba no era la típica mujer que estaba a la sombra del marido, lo que era bastante habitual, ella era mucho más, nuca estuvo a la sombra de Prokofiev, hizo un equipo con él».
Como en toda buena historia que se precie y en la de Carolina Codina no podía ser de otra manera hubo también periodo trágico. «De un paraíso terrenal pasó a un infierno terrenal porque el matrimonio Prokofiev decidió volver a Rusia engañada por Stalin que les dijo que no iban a tener ningún problema, que iban a vivir y viajar en libertad y luego no pasó nada de eso y terminó condenada por espía, que era mentira, a 20 años en un campo de concentración ruso, en un gulag».
«Lina seria hoy la típica artista que tendría millones de seguidores de red –asegura Monforte–, que tendría un blog, que crea moda, que crea tendencia, porque lo tenía absolutamente todo, y por tener desde el valor, la belleza y la simpatía se lo quitaron todo, menos la dignidad, la fortaleza y la capacidad de salir adelante. Y el amor, tampoco le quitaron el amor por mucho que lo intentaron».
Bella, elegante, ingeniosa, culta y políglota, torturada en la prisión de Lubianka antes de ser deportada a un gulag en el Ártico. Su liberación se produjo en 1956. Residió en Londres, durante quince años, hasta su muerte a los noventa y dos años de edad velando por el legado de su marido. Precisamente sobre si Lina era celosa la escritora nos dice: «Yo creo que el que tenía motivos para estar celoso era Prokofiev porque la que enamoraba y era centro de las miradas tanto de mujeres como de hombres era Lina, es cierto que Prokofiev era muy atractivo y también le gustaba…, vamos, que tenía sus días. Cuando se casó con Lina estaba muy enamorado de Lina y se murió enamorado de Lina y aunque la traiciono con otra mujer murió enamorado de Lina».
‘Una pasión rusa’, de Reyes Monforte.
Editorial Espasa, 2015
ISBN: 978-84-670-4517-8