El Lago de los Cisnes – Julio y Agosto, Teatro EDP Gran Vía.

Estrenado en 1877 en el Teatro Bolshoi de Moscú, El Lago de los cisnes de Chaikovskiy cumple 142 años sobre los escenarios. La versión del Ballet de San Petersburgo vuelve a la Gran Vía madrileña del 2 de julio al 4 de agosto de 2019.

Esta compañía, fundada por el solista principal de Mariinskiy Ballet Andrey Batalov (Director Artístico y Coreógrafo) y por Andrey Scharaev (Director General), es bien conocida por el público español, llevan ocho temporadas consecutivas de gira por nuestro país con gran éxito, y es igualmente célebre en los principales países europeos y en Estados Unidos.

Su repertorio incluye versiones clásicas de los ballets El Lago de los Cisnes, La Bella Durmiente, Giselle, Don Quijote, El Cascanueces, y coreografías contemporáneas creadas por Alexey  Miroshnichenko y Emil Faski entre otros.
 
El Lago de los Cisnes del Ballet de San Petersburgo fue premiado como Mejor Espectáculo de Danza en la edición XXIV Premios Teatro de Rojas (2015). El elenco cuenta con grandes artistas internacionales que los espectadores podrán ver de nuevo:
– Andrey Batalov bailará los días 2 y 5 de julio.
– Nikolay Nazarkhevich del 3 al 21 de julio.
– Ekaterina Bortiakova del 2 al 21 de julio.
 La novedad de este año serán las grandes estrellas internacionales Natalya Kush y Ievgen Lagunov, quienes bailarán entre el 23 de julio y el 4 de agosto.

Aunque el ballet original está estructurado en cuatro actos, esta versión se divide en 2, con una duración de 2 horas y un descanso de 15 min.

El príncipe Sigfrido celebra su veintiún cumpleaños y durante los festejos recibe la noticia de que en el próximo baile deberá elegir esposa. En un bosque cercano, a la orilla de un misterioso lago, queda prendado por la belleza de la princesa Odette, quien es víctima de un hechizo al que la somete el poderoso y malvado brujo Rothbart: de día cisne, de noche humana. La maldición solo se romperá con la llegada del amor verdadero. Sigfrido también será blanco de los engaños del hechicero que conseguirá que se prometa a su hija Odile, de gran parecido a la princesa cisne. Conocedor del engaño, el príncipe acudirá una vez más al lago para librar una batalla por el amor de Odette.

Tanto si eres un aficionado al ballet como si es tu primera vez, quedarás prendado de la elegante y refinada labor que realiza esta compañía rusa. Sin mediar una palabra, trasmiten el dolor, el amor y la ira de la obra. Tuvimos la suerte de acudir uno de los días en los que actuaba Andrey Batalov, su director artístico y coreógrafo. La interpretación de la pareja principal fue largamente vitoreada por los asistentes, teniendo estos que salir varias veces a saludar. Especial mención a la genial interpretación de Ekaterina Bortiakova, que da vida a ambos cisne blanco y cisne negro con suma delicadeza y pasión, denotando un enorme y meticuloso trabajo. La fuerza y energía del cruel brujo y las esmeradas y cuidadosas actuaciones del resto del grupo también son dignas de citar. En definitiva, salimos con ganas de repetir, hay una razón por la que los clásicos así lo sean, nunca defraudan.

Su versión de La Bella Durmiente, fue igualmente galardonada como Mejor Espectáculo de Danza en la edición XXVII Premios Teatro de Rojas (2018). La Bella Durmiente también tendrá lugar en el Teatro EDP Gran Vía, solo desde el 16 al 21 de julio.

Más información:

https://gruposmedia.com/cartelera/el-lago-de-los-cisnes-ballet-de-san-petersburgo/

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