Los británicos Steel Pulse dieron un autentico recital el pasado 1 de Octubre en la sala Penelope, confirmando que la veteranía es un grado y dando uno de los mejores conciertos de reggae que se han visto este 2013 en la península.
Serian cerca de las 10 cuando entramos en la sala, tras el refrigerio habitual, y los primeros acordes de guitarra rasgaban el ambiente de la sala mientras el público iba girando su cabeza hacia la tarima. Buena entrada en la sala para ser un martes, con una media de edad cercana a la treintena, lo cual resulta llamativo dado la imagen de publico adolescente que tiene el reggae, pero lógico también teniendo en cuenta que estamos hablando de unos colosos de la vieja escuela del roots de los 80.
Desde el principio el concierto supuso un viaje en el tiempo hacia todos esos clásicos que marcaron época y consiguieron que el reggae traspasara tantas fronteras. Lo sorprendente fue la buena forma de toda la banda liderada por David Hinds, sufriendo una especie de segunda juventud. Una compenetración perfecta y una gran maestría interpretativa, con todas las voces a pleno rendimiento, provocaron que este evento fuera toda una experiencia sensorial para cualquiera que haya admirado a este mítico grupo. Temas como «Roller Coaster» o «Chant a psalm» dejaban claro que estaban apostando fuerte de inicio y rotundas ovaciones mostraban la aprobación del respetable.
Durante las diferentes canciones, se podía observar claramente como los artistas se iban compenetrando en compartir el protagonismo, para que la exhibición de uno fuese acompañada del descanso de otros, consiguiendo así que el ritmo no bajara durante toda la duración del directo. Esto es fácil teniendo en cuenta que la de David no es la única voz potente del grupo. «No more weapons«, «Black and proud«… todos los temas sonaban con soltura y buen hacer, y conforme ya habían calentado hicieron su aparición los solos de los instrumentistas, especial mención para la exhibición de saxo y trompeta que pudimos disfrutar durante la representación de «Drug squad«.
«Open says a me, here comes the Rastaman. Abracadabra me seh, catch me if you can» Eran ya cerca de las 11 cuando retumbaban las ultimas notas de «Steppin out«, y se producía un amago de abandonar la sala ante el estupor de la gente reunida, pero el guión estaba previsto, y volvieron a sonar para alivio de los reunidos allí. Tras un dueto entre Selwyn Brown y David, el último se puso al mando para dar el recital final, destacando el legendario «Your house» (mi favorito y el de muchos) y el final con «Prodigal son«, cantado a coro por gran parte del publico, contagiados por las vibraciones finales que ofrecían estas leyendas sobre la tarima.
Cuando un concierto que alcanza una duración de una hora y media, y sales con la impresión de que se ha quedado corto, es que ha sido un gran concierto. Este es el caso, por mucho que pasan los años esta banda demuestra un estado de forma admirable y siguen siendo una de las grandes referencias del roots mundial con total merecimiento. Cabe mención especial para el gran David Hinds, líder dentro y fuera del escenario, su voz a pleno rendimiento hasta el final del directo, fue desde luego lo más destacado de la noche. Una voz mítica, única e imprescindible.
Steel Pulse // Sala Penelope. Madrid
Imagenes por cortesia de I Shoot People