The National trata la música rock como si fuese un bálsamo. Durante más de dos décadas han creado canciones llenas de belleza nacidas del dolor y el sufrimiento, reflejando su creencia en la capacidad de la música para catalizar la trascendencia. «Como banda siempre hemos hablado de que solo queremos hacer discos si sentimos que todavía estamos aprendiendo algo sobre nosotros mismos y entre nosotros, y si de la música en sí misma brilla de alguna forma en la oscuridad que nos rodea«, señala el cantante Matt Berninger.
Si bien ese sentido de devoción ha llevado a éxitos extraordinarios – incluyendo un GRAMMY al Mejor Álbum de Música Alternativa (por “Sleep Well Beast” de 2017), encabezar festivales en todo el mundo y trabajar con innumerables artistas en distintos ámbitos – la banda criada en Ohio se enfrentó a una crisis creativa durante la composición de su noveno álbum de estudio. «Estaba en un lugar muy oscuro donde no podía encontrar letras o melodías, era imposible, y ese período duró más de un año«, recuerda Berninger. «A pesar de que siempre habíamos estado estresados y discutíamos mucho cada vez que estábamos trabajando en un disco, esta fue la primera vez que sentimos que tal vez las cosas realmente habían llegado a su fin«.
La banda decidió no preocuparse tanto por el disco y en su lugar centró su atención en su amistad y en transformar las tensiones que habían surgido durante los años que llevaban trabajando juntos en una nueva dinámica centrada en el cariño. Un cambio que indudablemente acabó impactando positivamente en la composición de su nuevo álbum, “First Two Pages of Frankenstein”, disponible el próximo 28 de abril en todas las plataformas. «En algún momento nos dimos cuenta de que nos estábamos apoyando entre nosotros de una manera nueva que finalmente permitía a todos hacer lo que mejor sabemos hacer«, dice el guitarrista / pianista / bajista Aaron Dessner, cuyos compañeros de banda también incluyen a su hermano Bryce Dessner (guitarra, piano, arreglos), así como a los hermanos Scott Devendorf (bajo, guitarra) y Bryan Devendorf (batería). «En lugar de pelearnos, nos cuidábamos los unos a los otros, así como a las canciones, casi como si estuviésemos cuidando a nuestra familia«, agrega Bryce. «Logramos volver a estar juntos y a abordar todo desde un ángulo diferente, y gracias a eso, llegamos a lo que se siente como un lugar nuevo«.
Producido por The National y grabado principalmente en Long Pond Studio (su base de operaciones en Hudson Valley), “First Two Pages of Frankenstein” canaliza esa química del grupo que equilibra la elegante musicalidad que caracteriza a la banda con sus impulsos más idiosincrásicos. «Para mí, el poder de este disco tiene que ver con la intencionalidad y la estructura de la música que se encuentra con una magia accidental«, dice Aaron. «En ciertas canciones escucharás toques de improvisación independientes al conjunto de la canción, algo que funciona bien con los arreglos orquestales de Bryce o la forma lineal en la que Bryan toca la batería. Es como si estuviéramos construyendo todo un mundo escultórico con las canciones«.
Con una alineación llena de músicos/as invitados/as (incluyendo Taylor Swift, Phoebe Bridgers, Sufjan Stevens), “First Two Pages of Frankenstein” también combina las sensibilidades eclécticas exploradas en proyectos individuales de cada miembro fuera de la banda. «En parte debido a las diferentes experiencias que todos hemos tenido y traído de vuelta a la banda, y la confianza que viene con eso, nos sentimos muy capaces de realizar nuestras ideas lo mejor que pudimos«, dice Bryce. «E incluso cuando nos desviamos de la idea inicial, seguimos soñando y haciendo avanzar las cosas de una manera muy intencional».
La continuación de “I Am Easy to Find” (un lanzamiento de 2019 acompañado de un cortometraje del director Mike Mills), “First Two Pages of Frankenstein” deriva su título de un momento profundo en la pelea de Berninger con el bloqueo del escritor. «Cuando me siento atascado, a menudo tomo un libro de la estantería solo para tener algunas palabras en mi cabeza, y las dos primeras páginas de Frankenstein terminaron desencadenando la canción “Your Mind Is Not Your Friend”», dice, refiriéndose a uno de los temas más introspectivas del álbum.
The National culmina estas dos décadas de carrera con la esencia de siempre; con un sonido nuevo y en constante evolución que no se compromete a algo fijo para contentar a su audiencia. Y es que, a través de la paciencia y la pureza de su visión, el mundo se ha enamorado de su trabajo.
Más info y venta de entradas: