Apasionante y perturbador son dos buenos adjetivos para Confesiones (Nocturna), de Kanae Minato. Las y los más cinéfilos quizá asocien este título con una cinta, un largometraje del director japonés Tetsuya Nakashima. La adaptación al cine de este thriller representó a Japón en los Premios Óscar de 2010 optando a la Mejor película de habla no inglesa.
Para quienes lleguen a la novela Confesiones sin haber leído apenas la sinopsis de contraportada (quizá mejor no sugestionarse por ella) descubrirán una historia polifónica. Seis voces narrativas, seis puntos de vista de otros tantos personajes que se confesarán –de ahí el título– aunque no delante de los lectores.
La primera en hacerlo será la profesora Yuko Moriguchi –por cierto, Minato también ejerció de profesora en Japón antes de dedicarse a la literatura– delante de sus alumnos de secundaria. Dos noticias de impacto harán estremecer a su grupo de estudiantes: que deja la escuela y que ha descubierto que la muerte de su hija Manami, no fue un accidente.
Dos acontecimientos relacionados, como también que sabedora de la verdad no esté dispuesta a buscar justicia, sino venganza. A partir de ahí la lectura de Confesiones se convertirá en una deliciosa y malvada caída hacia el particular infierno de algunos personajes. Deliciosamente fascinante aunque aterradora también al descubrir detalles con cada confesión, con cada capítulo y nueva voz aportando una vuelta de tuerca a esta lección de vida, muerte, venganza, ética, bullying y arrepentimiento.
La naturaleza humana puesta en entredicho, la de los adultos y la de unos niños en el límite de esa adultez legal, pues Minato nos hace reflexionar sobre las consecuencias y los actos, sobre el acoso escolar o la Ley del Menor en Japón que puede ser extensible a cada país, España no es una excepción.
Confesiones es una novela premiada con más de tres millones de ejemplares vendidos en el país nipón y no por casualidad. Leer este thriller es abrir una puerta a algo plausible fruto de nuestra sociedad, de nuestras leyes, que palpita entre los más jóvenes, en las escuelas; la ficción y la realidad se tocan si somos capaces de asumir que algo está ocurriendo aunque apartemos la mirada. Magnífico debut literario, recomendable aunque con esa advertencia de que quizá deje cierto poso en la susceptibilidad de las y los lectores más sensibles.
Kanae Minato nació en Innoshima, Hiroshima, y tras dedicarse a la enseñanza en la asignatura japonesa de economía doméstica, publicó su primera novela, Confesiones (2008; Nocturna, 2021), que vendió más de tres millones de ejemplares en Japón, ganó premios como el de los libreros y fue nominada al premio Shirley Jackson. En la actualidad, Kanae Minato se dedica íntegramente a la escritura y forma parte de la Asociación de Escritores de Misterio de Japón.
Confesiones. Kanae Minato. Nocturna ediciones. Trad. Rumi Sato.
Te puede interesar: