El escritor francés Jean-Marie Gustave Le Clézio, premio Nobel de Literatura en 2008, regresa a la narrativa de la mano de un conjunto de relatos bajo el título El amor de Francia (Lumen). Componen esta antología ocho piezas de extensión variable, desde las ocho páginas del relato que da título al libro, a las casi cincuenta del titulado Anverso.
No es casual que encontremos en la portada una imagen infantil mirándonos. La infancia, a través de muchos de los protagonistas de estas ocho historias, está muy presente. También lo está la memoria, los recuerdos, por ejemplo, en forma de canciones, incluye Le Clézio las letras de alguna de ellas; canciones infantiles, me refiero. La fragilidad y el olvido, personificado a través de los personajes, cobra un especial sentido a la hora de comprender el trasfondo de la obra en su conjunto.
Porque si quien desde la portada nos mira, no sabemos si en una sonrisa triste, de algún modo en El amor de Francia hayamos eso, esa tristeza, esa llamada a mirar a quienes parecen olvidados por la sociedad. Es por eso que a pesar del título, sus protagonistas mayoritariamente palpitan fuera del país galo, fuera de Europa, del primer mundo. Es ahí donde se nos revela la prosa de Le Clézio, en su poética crudeza, para describirnos pequeños dramas en regiones donde el hambre, la intolerancia, la corrupción o la esclavitud infantil están muy presentes.
El de Niza lo sabe, lo conoce, ha viajado, ha visto, ha recogido historias y, a buen seguro, la realidad supera la ficción contenida en estos ocho relatos reflexivos para quien quiera leer entre líneas. Y el amor, nos da ese toque de esperanza, por ejemplo, con el protagonista del relato El amor de Francia, como también con los hermanos de Hanné, o el que mueve al protagonista de La Pichancha, por ejemplo. En resumen, Le Clézio lanza una mirada a través de estas historias, una mirada para que miremos y nos ayude a comprender mejor a quienes parecen invisibles en una sociedad enamorada de sí misma, no de sus protagonistas: las personas.
Jean-Marie Gustave Le Clézio nació en 1940 en Niza. Es uno de los novelistas más celebrados y leídos de Francia, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2008. Originario de una familia de Bretaña emigrada a la isla Mauricio en el siglo XVII, Le Clézio realizó sus estudios en Niza y se doctoró en letras por el Collège Littéraire Universitaire. Ya consagrado con su primera novela, El atestado (1963), galardonada con el Premio Renaudot, pero incómodo en la vida cultural parisiense y ajeno a las modas literarias, Le Clézio llevó una existencia nómada entre África del Norte, Asia y América hasta recalar, en 1970, en México. Allí fijó su residencia hasta 1992, año en que se trasladó a Albuquerque, Nuevo México, donde hasta hoy trabaja como profesor de literatura francesa. Es autor de más de treinta novelas y libros de relatos, entre los que destacan El diluvio (1966), La guerra (1970), Mondo y otras historias (1978), Desierto (1980), ganadora del Gran Premio Paul Morand de Literatura de la Academia Francesa, El buscador de oro (1985), Viaje a Rodrigues (1986), Printemps et autres saisons (1989), Onitsha (1991), Étoile errante (1992), Pawana (1992), La cuarentena (1995), El pez dorado (1997), La música del hambre (2008), Bitna bajo el cielo de Seúl (2019), y Canción de infancia (2021).
El amor de Francia. Jean-Marie Gustave Le Clézio. Lumen.
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