‘El silencio de la ciudad blanca’ es una novela negra, pero que tiene además una serie de pinceladas entre lo místico y lo esotérico.
Sí, tiene una parte que es la de la mitología vasca, quería darle un poso histórico y un poso también de un poco de la tierra, de las raíces y demás, que estuviera ambientada en el presente pero que se le notase también el poso histórico de la tierra, de Álava, de Vitoria… Vitoria es una ciudad que tiene toda la almendra medieval, está muy presente en las calles esa parte medieval y demás. Los asesinatos ocurren todos en lugares históricos, primero de Álava y luego de Vitoria, es una especie de cronocrímenes que van avanzando en la edad de las víctimas: 0, 10, 15, 20 y también la edad de, digamos, las ruinas de la tierra: de un dolmen prehistórico se pasa a la etapa celta, luego a la etapa romana, luego a la muralla medieval, es decir, que va avanzando con cada crimen con la tierra.
Vitoria y también Álava como provincia acoge un montón de tradiciones y que evidentemente se reflejan en la novela. No sé si esto obedece un poco al hilo de lo que están haciendo ya alguna autoras también de novela negra, si también se aprovecha con este tipo de novelas los entornos, los espacios, para dárselos a conocer a los lectores.
No es tanto que la escriba con esa intención, pero sí que es cierto que en todas las novelas cuando eliges donde las vas a ambientar dependes de ti como autor hasta donde llegues con la documentación y con los detalles y demás, pues sin esa documentación puedes hacer una novela en Londres, una novela generalista que no reconozca nadie o que pueda dar igual Londres, Edimburgo que París. Pero a mí me gusta mucho ir a los detalles, ir a la realidad. Si estoy en 2016 y esa persona queda con quien sea a cenar pues yo prefiero llenarlo de detalles y decir exactamente dónde va a cenar, cómo es la sala, porque todo eso también ambienta y en el fondo no deja de ser como en una película o en una serie, donde todo lo audiovisual sí que acaba reflejándose en el capítulo importante. No es lo mismo escribir un capítulo en una escena abierta que están en el campo que en un bosque tenebroso, o que, no sé…, en una discoteca, porque todo está oscuro hay mucho ruido y tal; todo ese ambiente influye en la novela y en este caso es muy omnipresente dónde están exactamente, influye mucho.
¿Cómo surgió la idea de escribir esta novela?
Pues me apetecía escribir algo ambientado en Vitoria, en el norte, y últimamente todo lo que leía era novela negra más que novela histórica, porque con ‘La saga de los Longevos’ y con ‘Los hijos de Adán’ y ‘Pasaje a Tahití’ siempre había escrito histórica. Pero yo, como lectora, últimamente solo leía negra, entonces la trama que me salió, que me surgió era negra, tan sencillo como eso.
Eva García Sáenz de Urturi, ha publicado ‘El silencio de la ciudad blanca’ (Planeta, 2016). García Sáenz de Urturi (Vitoria, 1972). Se diplomó en Óptica y Optometría y durante una década ocupó varios puestos de dirección en el sector óptico. En la actualidad vive y trabaja en la Universidad de Alicante, además de impartir ponencias y cursos de redes sociales. Durante tres años se dedicó a documentarse y escribir su primera novela: ‘La saga de los longevos’ que autopublicó en 2012 en Amazon. Pronto se convirtió en un fenómeno literario tanto en las redes sociales como de ventas y crítica siendo traducida al inglés y publicada con gran éxito en Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia. En 2014 publicó la continuación, ‘Los hijos de Adán’, y ‘Pasaje a Tahití’ (Espasa). Atresmediacine ha comprado los derechos para llevar esta novela a la gran pantalla.