Me concede una entrevista el Dr. Ramón de Cangas, quien acaba de publiicar el libro ¡Come y ponte en forma! (Ed. Oberon). De Cangas es dietista-nutricionista, biólogo, postgraduado en nutrición humana y dietética, doctor en biología funcional y molecular, y en la actualidad realizando un segundo doctorado (en ciencias de los alimentos). Es el presidente de la fundación Alimenta Tu Salud, miembro del Órgano Consultivo del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas de España y miembro del cuerpo académico de la Academia Española de Nutrición Humana y Dietética.
Entre los mitos que va desgranando a lo largo del libro ¡Come y ponte en forma! apunta como dieta eficaz (frente a las bondades de la dieta paleo, las detox y sucedáneas) la que tenemos como Patrimonio inmaterial de la Humanidad: nuestra dieta mediterránea. La defiende en ¡Come y ponte en forma! porque respeta además nuestras tradiciones y es sostenible. ¿No es así?
Efectivamente, la dieta mediterránea incluye alimentos de cercanía, alimentos de temporada, alimentos reales, es rica en productos vegetales… por ello es sostenible, respeta el medioambiente y nuestra cultura gastronómica. Además, al ser rica en alimentos de origen vegetal y de verdad, y minimizar el consumo de alimentos ultraprocesados, es buena para nuestra salud. Hay una muy elevada evidencia científica favorable al patrón dietético mediterráneo en cuanto a su utilidad para el control de peso y para la prevención de múltiples enfermedades.
Frente a la bondad de los distintos ayunos que científicos (y no tan científicos) proponen, usted sí aboga por recomendar que realicemos varias ingestas de alimentos al día, más allá de las tres fuertes, todo y que con esa expresión tan repetida en su libro: cada persona es un mundo. Resúmanos su punto de vista a este respecto.
Los consejos generales no sirven para todos. Ciertos turnos de trabajo o protocolos de entrenamiento pueden dificultar la ingesta de varias tomas al día y recomendar reducirlas. Por mi experiencia clínica de miles de pacientes en 15 años, me he dado cuenta de que en general la mayor parte de las personas prefieren varias comidas al día. No se puede decir (en base a evidencia científica) que el ayuno sea peligroso, es más, recientes estudios como el denominado “MATADOR” concluyen resultados tan buenos como la estructura dietética tradicional. Pero que sea una opción no quiere decir que sea “LA OPCIÓN” porque si algo no es mejor y es más duro, ¿por qué cambiar? Además, sí hay cierta evidencia de que en personas mayores, cuando se reparte la ingesta en varias tomas y, sobre todo, si se fracciona la ingesta proteica, se ayuda a mantener la masa magra y no cuando se reducen las ingestas diarias.
Es curioso comprobar el tipo de dieta que mantienen poblaciones como las de la tribu Kitava (en Papua Nueva Guinea) u otras en Namibia. Siguen con un sistema de vida similar de cazadores-recolectores como hacíamos hace miles de años. Quizá porque vienen a defender un estado saludable mediante un estilo de vida sin estrés, activo y siguiendo una alimentación con alimentos no procesados. ¿Qué podemos aprender de estas tribus, cara a un cambio en nuestro estilo de vida, más saludable, en nuestra sociedad actual?
Creo que este tipo de tribus nos señalan claramente el camino, una vida más activa, consumir alimentos reales y de verdad (reduciendo los procesados y minimizando los ultraprocesados) y por supuesto reducir el estrés. De esta forma estamos previniendo la obesidad y una gran parte de las enfermedades crónicas como cáncer, enfermedad cardiovascular y metabólica…
Llegamos a un apartado dedicado a la dieta vegana. Parece que está creciendo el número de adeptos a las muchas variantes de este modo de vida. Si bien una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y hortalizas (como lo es la dieta mediterránea) es saludable, los peros vienen cuando se habla del déficit de la vitamina B12 o de que exista una mayor esperanza de vida entre los vegetarianos. ¿Qué afirmaciones son ciertas y dónde comienza el mito?
Una dieta vegana es apta siempre y cuando haya suplementación con vitamina B12 y, de hecho, como incluye abundantes alimentos de origen vegetal es un patrón interesante. Ahora bien, una dieta omnívora mediterránea incluye muchos alimentos de origen vegetal y, por lo tanto, no se queda atrás en esto.
Lo que sí es cierto es que la creencia de que los veganos pueden vivir más no está tan clara. Estudios recientes concluyen que los vegetarianos y no vegetarianos tienen una mortalidad por cualquier causa similar. Aunque como existen diferencias por causas específicas es interesante investigar más a fondo.
¡Come y ponte en forma! Dr. Ramón de Cangas. (Ed. Oberon). ISBN: 978-84-415-3978-5