La medusa inmortal es el título de un interesante ensayo divulgativo que firma un brillante estudiante posdoctoral danés. Un auténtico best seller en su país traducido en dieciocho países. Es de agradecer la exposición amena de los conceptos que va introduciendo, sin restar un ápice de rigor científico al acompañarse, tras el epílogo, de una ingente bibliografía.
El subtítulo de este ensayo nos da a su vez alguna pista más sobre el tema de fondo: Todo lo que hay que saber para vivir más años. En ese sentido, Brendborg nos propone un viaje de la manos de múltiples ejemplos tomados de la naturaleza y también de estudios con seres humanos. En el centro de todo, los avances en el campo científico del envejecimiento y la esperanza de vida.
Respecto al título del libro, hace referencia a una medusa del tamaño de una uña, la Turritopsis. Esta es capaz de invertir su proceso de envejecimiento, a lo Benjamin Button, si se me permite la comparación literaria. Aunque lo más sorprendente, si lo anterior no lo fuera de por sí, según los investigadores, es que esta pequeña medusa podría repetir ese proceso de antienvejecimiento una y otra vez. Da que pensar.
Conocemos ejemplos de especies vegetales muy longevas, algunas son nombradas en el libro, pero puestos a investigar en seres más afines a nosotros los científicos están poniendo el foco en el reino animal. Por norma general, los animales grandes viven más que los pequeños, aunque la Naturaleza nos tiene guardadas algunas sorpresas que también son del interés de los científicos. No solo el reto es averiguar los trucos antienvejecimiento de los animales o las plantas. Los investigadores han elegido a un diminuto roedor africano, la rata topo desnuda, para dilucidar porqué son casi inmunes al cáncer, incluso a los inducidos de manera artificial, o su insensibilidad a determinados tipos de dolor.
Curiosamente, en La medusa inmortal aparece una frase demoledora relacionada con el cáncer y la esperanza de vida. Al parecer, si se consiguiera erradicar el cáncer, la esperanza de vida apenas se incrementaría en 3,3 años. Es muy difícil evitar que un cuerpo envejecido sufra enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Solución teórica: ralentizar el envejecimiento o, al menos, intentarlo. Claro que habría que preguntarse primero qué es el envejecimiento.
En este libro se toma como premisa que aquel es la incapacidad de nuestro cuerpo para repararse. De existir un “envejecimiento programado” las investigaciones irán encaminadas a hallar la forma de desprogramarlo, lo que Brendborg llama “rebobinar el programa”. Sin entrar en demasiados tecnicismos, existen ciertas mutaciones de ciertos genes asociados con la presencia de una proteína, la PAI-1. Esta desempeña un papel fundamental en lo que se conoce como “senescencia celular”. El concepto -salvando las distancias- vendría a ser algo así como una “obsolescencia programada”. La presencia de esa proteína induciría una suerte de “células zombis” que generarían una serie de moléculas cuyo desenlace es acelerar el proceso de envejecimiento.
En resumen, quienes se acerquen a La medusa inmortal descubrirá fascinantes hallazgos sobre la esperanza de vida y los procesos antienvejecimiento que nos brinda la naturaleza. Incluso algunos consejos que su autor incluye para vivir más y mejor, ya que como decía Carl. G Jung, “No podemos vivir el atardecer de la vida con el mismo programa de la mañana.”
La medusa inmortal. Nicklas Brendborg. Ed. Destino.
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