‘Las defensas’, entrevista a Gabi Martinez

las defensasEsta semana entrevistamos al escritor Gabi Martínez de promoción con su novela ‘Las defensas’ (Seix Barral). Gabi Martínez nació en Barcelona en 1971. Su obra narrativa incluye Ático (2004), por el que fue seleccionado por la editorial Palgrave/MacMillan como uno de los cinco autores más representativos de la vanguardia española de los últimos veinte años; Sudd (2007), que fue adaptado al cómic; Los mares de Wang (2008), Mejor Libro de No Ficción del año según Condé Nast Traveller; Sólo para gigantes (2011), galardonado con el Premio Continuará de TVE y seleccionado como Mejor Libro de No Ficción por Qué Leer; En la Barrera (2012), nuevamente elegido como el Mejor Libro de No Ficción por Qué Leer, y Voy (2014).

 

‘Las defensas’ al parecer es una historia basada en hechos reales, una de esas que le llegan a uno, como escritor, sin esperársela, ¿no es cierto?

La historia surge mientras estoy firmando en Sant Jordi, aparece un señor y me dice: «Tengo una historia buenísima que veo protagonizada por Goorge Clooney, en el cine». Yo le dije: «Ya, pero es que yo tengo que cambiarme de sitio de firmas, no tengo mucho tiempo,…» Entonces el señor me resume. «Yo soy neurólogo -me dice-, me encerraron en un siquiátrico por una enfermedad mental que no me supieron diagnosticar y estuve un año como fuera del mundo.»

A partir de ahí veo a una persona que, además, me habla de que es un gran lector, que ha leído a Philip Roth, a Proust, y el desarrollo de la historia que me hace me interesa lo bastante como para quedarme a tomar un café y profundizar. Veo que la historia que me cuenta, su enfermedad, tiene que ver con el estrés, es un detonante de lo que él padeció. A partir de ahí veo que es un argumento perfecto, el estrés, para adentrarme en Barcelona y contar -en una ciudad del primer mundo en realidad- a qué presión tan grande están sometidos los ciudadanos de a pie en las ciudades del primer mundo como para que pueda desarrollar un estrés que te vuelva literalmente loco.

Y ahí emprendo por otra parte también una investigación que pasa por leer varios libros que tienen que ver, por una parte, con la neurología, por otra que tiene que ver con la fisiología humana, a leer libros como ‘Memorias de Adriano’, por ejemplo, que se escriben en primera persona pero se cuentan en tercera persona, no el protagonista -en el caso de Adriano era imposible-, una tercera persona escribiendo sobre otra. Y también investigo el entorno sanitario de ciertos hospitales, hablo con neurólogos, hablo con enfermeros, con doctores de otras disciplinas, con el entorno doméstico del personaje real para tomar también muchos datos, y así es como me informo.

En el contexto histórico en el que se desarrolla la novela, el ictus era la segunda causa de muerte en nuestro país, quizá a causa del estrés de patológico que sufrimos en nuestra sociedad occidental, al hilo de lo que ha comentado de la presión a la que estamos sometidos.

El espacio temporal va desde el principio de la Transición prácticamente hasta antes de ayer, hasta que se da que un médico español, que está investigando en Pennsylvania, descubre una enfermedad que el protagonista relaciona con la suya y va a resultar que es la enfermedad de la niña de El exorcista, que no estaba poseída sino que tenía una enfermedad mental. A lo largo de esta historia, tú ves como una persona evoluciona como individuo, es alguien que tiene unas expectativas, unos sueños, es alguien que se dedica por completo a su profesión, piensa que la familia le va a proteger, piensa que la autoridad es justa, y él ha crecido con esas defensas, de ahí el título de las defensas. Es lo que cree que tiene ante el mundo para defenderle y son valores seguros. Con el paso del tiempo va a descubrir que todas esas defensas se le van a caer. Desde el principio ve que las ilusiones no tienen una recompensa, o no la que él querría, que la familia no siempre está ahí para protegerte, o que la autoridad no es sinónimo de justicia ni mucho menos. Y a partir de ahí se tiene que reformular.

El libro lo que pretende es que cada individuo se plantee hasta que punto él no podría ser el protagonista del libro. Porque todo el libro, aparte de los momentos en los que él brota, y los brotes son de locura, se desarrolla en una línea que es en la que vivimos nosotros a diario. Tú vas a ver a alguien que de repente no a va conseguir sus sueños y entra en un malestar que le lleva, por ejemplo, a tener problemas familiares, le lleva a buscarse amantes, a entrar en Meetic, y todo eso le lleva en una situación en paralelo, con un contexto histórico que pasa con atentados, vamos a ver el 11-S, el atentado del 11-M, manifestaciones por el Estatut de Autonomia, por ejemplo, la crisis de 2008…, y vas viendo como tanto el espacio interior como el exterior se juntan para ir lanzando una presión cada vez mayor sobre el protagonista.

Es una historia en realidad cotidiana, pero en la cual podemos tener una percepción de la presión que tenemos.

Las defensas. Gabi Martínez. Seix Barral.

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