El pasado jueves 24 de junio tuvo lugar en Sevilla el acto de apertura de plicas y entrega del XLVIII Premio de Novela Ateneo de Sevilla y el XXI Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla. En esta edición se presentaron 307 obras de las cuales 85 novelas optaban al premio de Novela Ateneo Joven. El acto, como digo, tuvo lugar en Sevilla, más concretamente en el Patio de Montería del Alcázar de Sevilla. Siendo la noche del 24 de junio la noche de San Juan, el presidente del Ateneo de Sevilla nos advirtió a los asistentes que todo podía suceder en una noche tan mágica como esa.
Dado que era la primera vez que acudía al acto, por parte de los medios de comunicación invitados, he de decir que lo fue.
La ganadora del premio de Novela Ateneo Joven de este año fue Inma Aguilera. Se presentaba con su propio nombre y con la novela ‘Trastornya’. El argumento de la misma se centra en el personaje de la protagonista, una muchacha inconformista y con habilidades especiales que experimentará un giro radical en su vida. A continuación subió a recoger el premio de Novela Ateneo de Sevilla el escritor Montero Glez. Fue el ganador de la presente edición del premio con una obra titulada ‘La puerta del infierno’ y presentada bajo el seudónimo Margarita Gertrudis. La obra de Montero Glez gira en torno a las intrigas políticas y militares en la retaguardia de la II Guerra Mundial. Según el autor, estuvo documentándose sobre la vida de Ian Fleming de quien aseguró tuvo una vida más fascinante que la de su célebre personaje James Bond.
Ambas novelas se editarán en los próximos meses bajo el sello sevillano de Algaida Editorial que junto con el Excmo. Ayuntamiento de Sevilla convocan cada año estos premios. Presumiblemente la novela de Montero Glez aparezca en las librerías con otro título, según comentó durante la ceremonia. Uno menos comercial a su entender, pero que lo prefería: Carmín y sangre.
Mi enhorabuena a los participantes como humilde escritor y en especial a los ganadores de este año: Inma Aguilera y Montero Glez.