‘Tempus fugit. Los caminantes’, entrevista a Carlos Sisí

carlos-sisi-fotoAlgo tienen los zombis que nos atraen, y si no que se lo digan a nuestro entrevistado de esta semana. Carlos Sisí (Madrid, 1971) vive en Calahonda (Málaga) con su mujer y sus tres hijos. En 2009 sorprendió al público español con su serie «Los Caminantes», en la que situaba el apocalipsis zombi en las soleadas tierras malagueñas y se convirtió en un verdadero fenómeno de ventas. También es el autor de ‘La hora del mar’ y ganó la X edición del Premio Minotauro con ‘Panteón’. Dirige una revista digital online y su empresa familiar de diseño y soluciones de Internet.  Nos concede esta entrevista tras la publicación de la quinta entrega de su serie «Los Caminantes», ‘Tempus fugit’ (Minotauro, 2016).

Me ha fascinado el lenguaje, ese toque de ironía a la hora de enganchar. Imagino que en el terror como en las escenas de sexo –donde también hay mucha carne y mucha urgencia– es fundamental saber construir emociones con palabras precisas ¿Disfruta a la hora de escribir, de describir, o necesita pasar un poco de miedo para ‘entonarse’?

El miedo lúdico se busca y hasta se paga, el miedo de verdad es el peor cáncer de la humanidad. Creo que tras cada acto de maldad, por inopinado que sea, hay Miedo. Si pudiéramos erradicarlo tendríamos un mundo mucho mejor. El miedo que planteamos en los libros y otras obras de ficción nos distrae del miedo real que no nos permite ser felices, ni ser nosotros mismos, para empezar. Cómo se cocina y se sirve ese miedo lúdico es algo que cada creador aprende y lleva a cabo de manera diferente; en mi caso prescindo de la exactitud de la palabra por una composición general mucho más sencilla y directa; mi melodía es sencilla pero efectiva. Creo que aprendí de mi madre, es una excelente contadora de historias que conmueven y te empujan emocionalmente, así hayan pasado cuarenta años desde que las vivió.

Hay personajes que reaparecen en este ‘Tempus fugit’ juanto a otros nuevos, ¿se les coge cariño u obedece por entero a la necesidad de atar cabos sueltos en entregas anteriores?

Los personajes son herederos del estado de las cosas en anteriores entregas. Hay algunos nuevos, y otros que parecieron despedirse tiempo atrás, pero que han vuelto. Alguno hay que no debió volver nunca pero lo ha hecho de todos modos (risas); en general me fijo mucho en lo que los lectores aplauden y piden en las redes sociales, encuentro mucha satisfacción en el hecho de que pidan y tengan ganas. Las ganas lo son todo.

Quiero preguntarle por un personaje entrañable, esa niña con la que he empatizado por su candidez. ¿Resulta difícil meterse en la piel y la mentalidad infantil, lo es más si se trata de ‘hacer ver’ al lector el miedo o la incomprensión de lo que nos rodea a esa edad?

Me manejo bien con los niños, no solo soy padre de tres, es que nunca he dejado morir al niño interior. Aún me emociono visitando jugueterías y cada Viernes es un pequeño fin del mundo laboral para centrarme en un apocalipsis de juegos, salidas y despreocupaciones. Sé cómo piensan y cómo reaccionan, y además son absolutamente deliciosos de plasmar.

¿Se tiene en cuenta antes el sentido común o lo científico de la parte de ciencia-ficción? Porque imagino que ‘Los caminantes’ entra dentro de la categoría de ciencia ficción, ¿o no?, ¿es cada vez menos ficción aventurar este tipo de Apocalipsis?

No sé qué tienen los apocalipsis que nos atraen profundamente. Continuamente el cine nos trae películas catastrofistas que son luego grandes éxitos de taquilla. Imagino que, de alguna manera, el plan general de la Sociedad como tal nos asfixia un poco. Nos encontramos un poco encorsetados, tal vez, en esta rutina zombi de levantarse, ganar dinero, gastar lo ganado, y dormir otra vez. Seguramente el futuro, caso de ir mal, se parece más a “The Road” (La Carretera) que a Los Caminantes, pero como no nos enmendemos tendremos un circo a lo Mad Max. Por otro lado, siempre… siempre… prefiero utilizar el sentido común a otra cosa. Algunos personajes mueren porque, en el transcurso de la acción, lo más natural y lógico dadas las circunstancias es que el personaje muera, por mucho que no lo tuviera pensado.

Tempus Fugit. Los Caminantes. Carlos Sisí. Minotauro, 2016. ISBN 9788445003992

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