Muchos grandes trabajos de rap publicados en los 90, pero pocos consiguieron armar tanto revuelo y traer algo tan novedoso como el álbum debut de Psycho Realm en 1997. La revolución chicana del rap surgida de las calles de Pico-Union.
«We´ll catch up to you all, all of you motherfucker.
And you know what I´m saying.
Cause at the end, at the end we all die.»
1996. Los Ángeles. Cypress Hill, anuncian una ruptura, que a la postre sería temporal. Poco más que una anécdota en la trayectoria de uno de los grupos míticos de la Costa Oeste. Seria poco mas que una anécdota, he dicho, si no fuese porque en ese breve espacio de tiempo, B-Real decidió apostar por un par de chicos, los hermanos González, a los que había visto despuntar en una presentación callejera unos años atrás, y creó con ellos un proyecto conjunto que rompería moldes y agitaría los cimientos de toda la escena hispana. Estos chicos eran Big Duke y Sick Jacken, y junto con el propio B-Real crearon The Psycho Realm, publicando al año siguiente un trabajo homónimo bajo el amparo de Sony que alcanzaría el estatus de obra maestra.
Hasta este momento, Cypress Hill habían sido lo mas parecido a unas estrellas latinas en el hip hop de USA, debido a su ascendencia en parte mexicana. El flow devastador de Sen Dog y B-Real unido a su mensaje apto para el publico juvenil (apología de drogas blandas, fiesta, rebeldía y violencia con toque cómico…) les había colocado en la cresta de la ola, y ningún grupo latino parecía poder aspirar ni siquiera a acercarse a semejantes cuotas de fama. Psycho Realm lo llevo a otro nivel de crudeza y realismo, una representación de los guettos del sur de Los Ángeles, aquellas calles de Pico-Unión donde la vida puede ser dura y la muerte muy veloz. Hasta B-Real marca un cambio muy importante en su estilo y actitud para adaptarse al carácter indómito e inflexible de los hermanos González, totalmente diferentes el uno del otro pero iguales en su actitud violenta y despreocupada frente a la sociedad y sus normas.
Estaba claro que el contenido de las canciones rápidamente les granjearía problemas en el censurado y controlado mercado americano, como se comprobó con las presiones de la propia discográfica durante la grabación del trabajo para que relajaran las letras. Estas presiones, aunque ignoradas, fueron las que desembocaron en la ruptura entre el grupo y Sony tras la publicación del disco, como relata Sick Jacken en su tema posterior «Moving through the street«:
«The machine was trying to censor me, didn´t do it for Sony so they ended up releasing me.
Independent, no longer locked down for an infinity,so my vicinity stays true to my identity.»
La explosión del sonido en las calles vino ya antes de la publicación del álbum, con el primer sencillo del grupo, la aclamada «Psycho city blocks»:
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Barrio por doquier y un estilo peculiar, con B-Real haciendo de presentador de los hermanos con uno de esos estribillos que con tanta soltura y sencillez fabrica, efectivo a la hora de dar el protagonismo a los recién llegados que en sus estrofas empiezan a dejar claras las directrices que les caracterizaran para siempre.
«We came here to get you high, represent underdogs world-wide. On the hustle leading crooked lives.»
Vida de calle y hip hop real y político, llevado al punto mas oscuro y crudo posible para representar a los sectores mas oprimidos de la polarizada sociedad de Los Ángeles, aquellos que no tienen voz. Las métricas depuradas de Sick Jacken se compenetran con la actitud agresiva y delirante de Big Duke, quizás uno de los pocos rappers que se podría acercar al estilo del fallecido ODB, con esa retahíla de versos inconexa y descompasada en ocasiones y no por ello menos contundente. Unidos a B-Real y al equipo de producción liderado por Eric Bobo el combo suena rotundo y las imágenes de armas, narcotráfico y tensiones policiales se suceden por la mente del oyente, llevada al «sickside» por las líricas enfermas de los componentes.
Por si no estaba suficientemente marcado ese punto oscuro y crudo, poco tiempo después llegaría el segundo single, que no es otro que «The stone garden», en mi opinión posiblemente el mejor tema del LP. El titulo ya deja claras las intenciones, una reflexión en torno a la muerte y sus consecuencias, final seguro para ricos y pobres del que no hay escapatoria posible, convirtiendo en futilidades todos los problemas de la vida cotidiana. Hasta el final del tema es premonitorio, con Duke y su «This is the end…»
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El disco en su conjunto es una introducción a la locura, la controversia y la paranoia, otro de los aspectos que lo diferencia de muchos de los lanzamientos de la época. La marcada personalidad que se refleja, enturbiada y demente, una forma de ver el mundo donde la conspiración y el miedo campan a sus anchas y hay que estar preparado para enfrentarlos. Son la autodeterminación y el pesimismo carentes de adornos, las maneras de seguir en pie frente a semejante jungla de asfalto; todo ello se observa en los diferentes tracks del trabajo que no deja de ser progresivo y variado, aun manteniendo siempre la concordancia respecto al estilo y ambiente del LP.
«Showdown» define a la perfección lo que seria el disco: confrontación, lucha y enfrentamiento, caos en definitiva. Con un Big Duke que actúa con la comodidad del que se sabe superior, con una contundencia que será su marca de la casa. La balada al borde de la locura que supone «Temporaly insanity» es otro de esos momentos donde esta contundencia y caos se ve ampliamente reflejada, enmarcado en el carácter paranoide de la canción.
Con «Premonitions» B-Real deja una canción/interludio para la historia, mediante una voz a nivel bajo estilo «voz en off» suelta sus métricas mas oscuras sobre la acertada instrumental, transportando imágenes de bombas, pesadillas y holocausto hacia un futuro sangriento e incierto al que todos nos parecemos encaminar. Probablemente la parte mas recordada del miembro de Cypress en este trabajo:
«Premonitions of war cloud my every tough, battles fought, won and lost a holocaust.
Always the same ending, don´t ever change, but I refuse to believe we all go down in flames»
Y para exhibiciones, la de Sick Jacken en la infravalorada «The big payback«, donde su con su estilo explicito y perverso narra crónicas de muerte con la venganza como elemento común y básico. La persecución implacable del enemigo contada con los tétricos flows del angelino a un tempo relativamente lento para lo que el suele acostumbrar, toda una muestra de sadismo en el micrófono. Es importante el contraste que suelen ejercer entre 2 posiciones para utilizar la canción como un enfrentamiento, dado el caso de este tema, la lucha entre el vengador y el perseguido.
Otra de las canciones donde se puede ver la esencia de este contraste es «Confessions of a drug addict«, narrando el drama del narcotráfico y la dependencia de las drogas en las calles de su barrio en una oposición constante entre la rehabilitación y la recaída en el vicio. Por no hablar de «Love from the sick side«, donde como su propio nombre indica el amor es el tema principal. B-Real escarba en la herida abierta de una ruptura recién producida, mientras que el bueno de Big Duke pasa del romanticismo y pasa directamente a la lujuria de un primer encuentro sexual. Siempre las 2 caras de una misma moneda.
Al final, lo que queda del disco por encima del resto de características es la forma en que pasaron por encima de la escena en potencia y rotundidad, una competitividad reflejada en su actitud y en su seriedad, aun mezclada con cierta demencia. Sin estridencias ni ataques directos hacia nadie en particular, todas las canciones pueden considerarse balas cargadas de violencia que impactaron en la mente de los oyentes, que rápidamente los instauraron como una especie de lideres del rap chicano. Esta similitud con las armas puede observarse en las barras de «Bullets«:
«In this chapter, we´re gonna define why rivals die. Bullets fly, they fill skies, and we die faster the we multiply.»
Quizás la grandeza de este disco radica en lo único de su aparición, un grupo tan radicalmente underground siendo publicado bajo el amparo de Sony y con el cartel de miembros de la Cypress Hill Family. Al año siguiente Cypress Hill volvieran como grupo con la consiguiente vuelta de B-Real y su desaparición de los proyectos de Psycho Realm, por lo menos como componente (aunque las colaboraciones nunca hayan cesado), lo que sumado a la expulsión del grupo de Sony hacia requerir un periodo de reflexión para refundar el proyecto del grupo y fundar su propio sello discográfico.
Todo esto no iba a parar la revolución de Big Duke y Sick Jacken, que ya se encontraban enfrascados en la grabación de los 2 LP´s de «A war story» (1 y 2), pero la fatalidad llamo a sus puertas, cuando el 29 de Junio de 1999 Big Duke recibía un disparo en la nuca a raiz de una confrontación a las puertas de la hamburguesería Tommy´s Burguer Stand de Los Ángeles, quedando paralítico como resultado. Una bala que corto de raíz todas las aspiraciones y progresiones del MC y del grupo en general, aunque Sick Jacken nunca cejará en su empeño de mantener el nombre de Psycho Realm en lo mas alto del panorama, como demostró hace poco con el lanzamiento de «Terror tapes vol.2» (con Sicario de HP Squad haciendo una acertada aparición en el disco).
La década de los 90 es considerada con razón parte de la época dorada del hip hop en USA, y sin lugar a dudas este lanzamiento tiene asegurado su lugar en el «hall of fame» de dichos años, aun cuando no siempre se le reconoce la importancia y la notoriedad que merece. La vida de las calles angelinas nunca volverá a ser reflejada con tanta crueldad, sadismo y grandeza como consiguieron los hermanos González y su compañero B-Real, para orgullo del rap latino y el hip hop en general. Una vez que uno se introduce al sickside, nada vuelve a ser lo mismo.
«Devil´s in disguise. They´re coming to claim us, let it come as no surprise.
I stare into the face of death, cause at the end of their time, everybody dies.»»