Siempre donde quieras, Diego Ojeda

índiceParece que me esté cambiando de bando pero no, para nada, es solo que las cosas suceden por algo, y por ese algo universal tengo el libro de Diego Ojeda entre las manos.

Solo una palabra: MARAVILLA.

Es como poesía íntima, ¿sabéis? Poesía escrita en ese punto cercano a los treinta, cuando otros pensamientos sacuden tu mente. Cuando una persona, el amor, la nueva vida, llámalo como quieras, llama a la puerta y tú, encantado con el trascurso de los acontecimientos, se la abres.

El poemario, acompañado por deliciosas ilustraciones, se subdivide en un calendario también espectacular, donde puedes ir siguiendo la historia que, como dije por ahí arriba, te palpita cuando estás en pleno momento “Siempre donde quieras”. Hay también espacio para las canciones, Diego ha pensado en todo. Incluso puedo encontrar en mi edición (igual que en tantas otras) un CD con temas mencionados dentro del poemario. Un lujo, vamos.

¿Lo malo? Casi nada, aunque si tuviera que destacar algo, como recicladora de papel que soy, sería la cantidad de páginas en blanco, o casi, que hay.

Pero no os quedéis con esto, quedaos con que sería una buena idea conocer la obra de Diego Ojeda.

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