Con La librera y el ladrón (Planeta), Oliver Espinosa hace un interesante debut literario. El autor refleja en esta novela habla sobre el desconocido y fascinante mundo de los ladrones de libros, coleccionistas y bibliófilos y sobre un mercado negro de grandes obras culturales. Lo hace con conocimiento, por diversas experiencias profesionales. He aquí la entrevista que me concedió.
G.V.: Gracias a “La librera y el ladrón” vamos a aprender curiosidades sobre los libros. Por ejemplo, qué es el tejuelo, la portadilla o el juego de pruebas. Háblenos de la parte menos ficcional de esta novela cargada de misterio y aventuras.
Aparte de tratar algunos aspectos técnicos del libro, el lector entra en contacto con el mundo real de la bibliofilia, los libros antiguos y las personas que están dispuestas a hacer cualquier cosa para conseguirlos.
G.V.: Una de las curiosidades que leemos en “La librera y el ladrón” es acerca de una costumbre muy común hace siglos. Una versión medieval del reciclaje de libros bajo el nombre del palimpsesto. Creo que ello ha permitido recuperar algunos textos de gran valor. Me ha sonado muy metafórico, como lo son sin duda los tres libros “hermanos” que se mencionan a lo largo de su novela. Háblenos de estos palimpsestos.
El palimpsesto en sí, es un buen ejemplo de la complejidad y misterio que hay en el mundo de los libros, y que, en muchas ocasiones, se pasa por alto. Si al acabar el libro, el lector quiere conocer más sobre este fenómeno de la escritura y edición, le recomendaría leer sobre el Palimpsesto de Arquímedes. La trayectoria de este escrito tiene de todos los elementos del mejor thriller y a mi entender deja calara la posibilidad de que aún quedan muchas joyas escritas por descubrir.
G.V.: También quería preguntarle acerca de esos tres ejemplares de la obra más conocida del gran poeta florentino*.
En cuanto a la Divina comedia, es una obra que marcó un hito en la historia de la humanidad, que tiene elementos de misterio, referencias históricas, religiosas, etc. y un especial atractivo en cuanto a su uso de simbología y la estructura de la historia. Su protagonista empieza en el infierno, y pasando por el purgatorio, finalmente acaba en el paraíso, en línea con la estructura de gran parte de la novela contemporánea.
G.V.: “El mejor escondite es el más evidente.” La frase no solo la extraigo de su novela. También forma parte del argumento de un relato célebre de Edgar Allan Poe. Curiosamente, muy relacionado con robos, como en “La librera y el ladrón”. Además de cierto spoiler a quien quiera leerse el relato de Poe “La carta robada”, dicho sea con amabilidad, ¿qué nos puede decir acerca del desconocido mundo de los ladrones de libros y su mercado negro. Creo que es conocedor de él por diversas experiencias profesionales. ¿Es así?
Así es. La novela está inspirada en un asunto del que pude tener conocimiento directamente. Aunque no haya transcrito detalles de lugares, tiempos y protagonistas, espero haber sido fiel a una realidad muy presente en el comercio y coleccionismo del libro antiguo.
La expresión “robo de libros” incluye una afirmación del mal: El robo. Es decir, un delito. Sin embargo, es interesante el hecho de que -en un mundo dominado por redes sociales, mensajes efímeros y un declive de la lectura profunda y sosegada- un ladrón de libros, ha llegado a la misma determinación que un lector empedernido, un escritor, un editor o cualquier apasionado de los libros: Es este un objeto por el que vale la pena arriesgarse.
Oliver Espinosa Sorensen (Barcelona, 1985) es licenciado en Derecho por la Universitat de València. Después de trabajar para algunos de los bufetes de abogados y consultoras más importantes de este país y para el Ministerio de Economía, pasó al sector hotelero.
La librera y el ladrón. Oliver Espinosa. Ed. Planeta.
(*) Se publica hoy esta entrevista, un 14 de septiembre, pues hoy se celebra el 699 aniversario de la muerte del poeta italiano Durante di Alighiero degli Alighieri, más conocido como Dante Alighieri.
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