Crítica: «El Malentendido»


El Malentendido se presentó en España en 1969, en el Teatro Poliorama de Barcelona, con los padres de Cayetana Guillén Cuervo, Gemma Cuervo y Fernando Guillén, dirigidos por Adolfo Marsillach, en un reparto en el que estaba también Maria Luisa Ponte. Fernando Guillén interpretaba entonces al hijo pródigo asesinado y Gemma Cuervo a la hermana asesina y consumida por el odio. Cayetana asume este estreno como un homenaje a sus padres “Quiero hacerlo como homenaje a mis padres, para conmemorar el centenario del nacimiento del Premio Nobel de Literatura francés que se cumple el próximo año, para plantear un interrogante a la sociedad.”

Este montaje sobre el original de Camus que nos trae el CDN, posee una escenografía fría y simple, tres mesas dispuestas en el escenario servirán de único mobiliario para trazar las coordenadas de la casa de huéspedes que regentan Marta (Cayetana Guillén Cuervo) y su madre (Julieta Serrano) con la ayuda de un anciano (Juan Reguilón). Simplificada por tanto la escenografía, es en el texto y como este es interpretado donde recae todo el peso de contextualizar la acción. Como apoyo, música de acordeón y viola de gamba además de unas proyecciones que evocan el mar y la naturaleza.

Marta y su madre esconden un secreto en esta posada, ambas son asesinas, drogan a sus huéspedes para arrojarlos después al río y quedarse con un dinero que ellas esperan les sirva para huir de esas tierras hacia el mar. Precisamente el odio a esas tierras y en parte también a las raíces y pasado de ambas mujeres está muy presente en el texto y en él Camus dejaba reflejo en 1944 de una Europa rota y en guerra.

«Con un montaje escénico mínimo, es el texto el que lleva el peso de una obra claustrofóbica y terrible»
Cuando Jan (Ernesto Arias), hijo y hermano de las asesinas, vuelve veinte años después a su casa y no les dice abiertamente quien es, se convierte inmediatamente en futura víctima y la tragedia se desencadena.

Como hemos dicho, con un montaje escénico mínimo, es el texto el que lleva el peso de una obra claustrofóbica y terrible y, sí, el texto es sobresaliente, pero la sobriedad de la escena hace que la obra pierda mordida en su retrato de la supuesta miseria que ahoga a las dos mujeres y en la que Camus quiso reflejar la propia miseria de un continente decadente y corrompido.

Son las interpretaciones las que salvan la obra. De entre ellas, son las de Cayetana Guillén y Julieta Serrano las más notables, sin desmerecer tampoco a la mujer de Jan, María (Lara Grube), que se presenta con su amor como una fuerza antagónica a la miseria y degradación de Marta y su madre.

“El Malentendido” de Albert Camus.
Versión de Yolanda Pallín.
Dirección: Eduardo Vasco.
Intérpretes: Cayetana Guillén Cuervo, Julieta Serrano, Ernesto Arias, Lara Grube y Juan Reguilón.
Escenografía: Carolina González.
Vestuario: Lorenzo Caprile.
Músicos: Alba Fresno (Viola de gamba) y Scott A. Singer (Acordeón)
Teatro Valle Inclán (CDN) de Lavapiés, del 29 de enero al 3 de marzo 2013.

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