El crimen de Malladas. Entrevista a Luis Roso

Luis RosoLa última entrevista de 2022 es la que me concedió estos días el escritor Luis Roso (Moraleja, Cáceres; 1988). Su última novela El crimen de Malladas (Alrevés) tiene un origen un poco difuso en el tiempo, según afirma en la introducción al libro. Lo que sí recuerda es que oyó por primera vez del caso Malladas a partir de la publicación de su novela Aguacero. Luego vino una Semana Santa, en el año 2019, en la que decidió ir a su pueblo para desconectar y, casi por casualidad, se centró en este quíntuple homicidio ocurrido casi a las puertas de su casa en el verano de 1915. La condena del caso Malladas fue solo el inicio de un largo proceso en el que descubrir la verdad ante un supuesto error judicial. Roso compendia en este ensayo mitad divulgativo mitad novelesco los hechos antes, durante y después del caso. Una inmersión documental e histórica en la que también veremos aparecer, por ejemplo, al insigne Miguel de Unamuno. Tras más de un siglo de falsedades, olvidos y silencios merece la pena acercarse a este libro tan absorbente como riguroso. Os dejo la entrevista con mis mejores deseos para 2023.

 

P.: Junto al contundente título El crimen de Malladas, leemos como subtítulo: Por vuestra boca muerta. Creo que es parte de un poema de Pablo Neruda y que reproduce Ud. al final del libro. ¿Lo toma como broche por tantas víctimas silenciadas, a modo de merecido homenaje?

R.: Exactamente. De lo que me di cuenta mientras investigaba el crimen era de que, pese a que este había tenido una gran repercusión nacional en los años 1910 y 1920, luego todo se olvidó y se silenció… Tanto las víctimas mortales, como los inocentes condenados o los abogados que se implicaron en la causa, todos tuvieron que callar obligados por los poderes de la época. De ahí que el libro trate de “hablar” por la “boca muerta” de todas esas personas.

P.: Ha establecido un planteamiento a lo largo de las páginas, el de no opinar, salvo lo imprescindible. Al llegar al capítulo 4, incide en el hecho de que el romance que cierra el capítulo 3 se explica por sí solo. Un poema que “refleja tan exactamente el relato formulado por la acusación particular -nos comenta- que sería repetir lo dicho en otras partes del libro.” ¿Puede condensarse en un poema lo ocurrido cuando existen aún tantos interrogantes abiertos?

R.: No. De hecho, el romance que reproduzco en el libro es una falsedad. Es un poema que se sacó de la manga la acusación privada (o alguien de su entorno) para favorecer la visión de que los condenados eran culpables. Pero eran inocentes. El romance es un texto malintencionado difundido para desinformar a los vecinos de la provincia de Cáceres. Hoy hablaríamos de bulos o fake news. Lo reproduzco para que se vea el nivel de desinformación y engaño al que se sometió a la gente de la zona, en su mayoría gente analfabeta y pobre que no tenía acceso a periódicos y por tanto carecían de información veraz.

P.: Como en no pocas situaciones a lo largo de la Historia, este crimen tuvo lugar en una encrucijada sociopolítica casi “ideal” para que la impunidad venciese a la luz de la verdad. Resúmanosla para que lxs lectorxs se ubiquen en el contexto historiopolítico.

R.: Se puede resumir diciendo que el juicio por el crimen de Malladas tuvo lugar solo un mes después del juicio por el crimen de Cuenca… En el crimen de Cuenca no hubo crimen (el muerto estaba vivo), y aun así se torturó y se obligó a confesar a dos personas el haber matado a alguien, y esas personas fueron condenadas a cadena perpetua. El crimen de Cuenca se convirtió en esos años en el paradigma de abusos judiciales de la época de la Restauración: las personas pobres carecían de derechos en un Estado corrupto hasta la médula en lo político, lo económico y lo social (caciquismo, turnismo, etc.). Todos estos factores son clave para entender por qué se condenó a cinco inocentes por un crimen que no cometieron, y por qué nadie enmendó esa injusticia pese a que era evidente para todos que se trataba de eso, de una injusticia. Los poderes ocultos (y no tan ocultos) del país tenían interés en condenarlos, y solo unos pocos valientes alzaron la voz para denunciar la situación.

P.: Miguel de Unamuno parece una figura clave en esta historia, aunque fuese a posteriori, tras el juicio y la condena. Destacaría dos fechas. Septiembre de 1922, con la publicación de “Carta abierta: Una vergüenza más”. Y el 5 de noviembre de ese mismo año. ¿Qué podemos contarles a lxs lectorxs sobre ambas fechas?

R.: Tras la condena a los cinco segadores inocentes (condena a cadena perpetua), en el año 1918, se inicia una campaña mediática por su liberación… Unamuno no interviene en esa campaña, probablemente por discrepancias personales con una persona de su entorno universitario. Pero más adelante, en 1922, Unamuno alza la voz en defensa de los cinco inocentes condenados: lo hace primero mencionando el caso en un artículo de un periódico, y más adelante en un acto público en Madrid organizado por una asociación masónica que él presidía (pese a no ser masón), la Liga por la Defensa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

el-crimen-de-malladas-luis-rosoP.: Quienes se acerquen a El crimen de Malladas tampoco han de perder el hilo a otros personajes de la narración. No le voy a pedir que desvele nada acerca de Dimas. Tan solo, si quiere, a modo de colofón, invitar a la lectura de esta obra cuando dice de Dimas que su historia es una más de “la España más negra, la más profunda, la más inmisericorde”.

R.: Dimas fue el único superviviente del brutal asalto a la finca de Malladas. Tenía solo cuatro años y recibió cuatro hachazos en la cabeza tras ver cómo asesinaban a su madre y su hermana. Tras eso, vivió una vida de sufrimiento, precariedad y silencio, y jamás tuvo oportunidad de contar todo lo que pudo ocurrir esa noche terrible de 1915 en el caserío de Malladas.

P.: No quiero dejar en el tintero preguntarle por la Masonería, ya que lo mencionó anteriormente, y el papel que supuestamente jugó durante los años que abarcan el crimen de Malladas y sus alrededores.

R.: Los masones se enteran de la injusticia en torno al crimen porque uno de los abogados defensores, Manuel Telo, tiene que exiliarse por las presiones recibidas y termina en la isla de Fuerteventura. Allí, en Canarias, los masones tenían una gran presencia, y convencen a este abogado de que ingrese en la orden con la promesa de que le ayudarán a liberar a los presos. Los masones movieron cielo y tierra para ayudar a los presos, implicando en la causa incluso a Unamuno, pero no consiguieron su objetivo.

 

Luis Roso (Moraleja, Cáceres, 1988) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca y en Filología Inglesa por la Universidad Autónoma de Barcelona. Su primera novela, Aguacero, fue elogiada por la crítica y galardonada con el Premio Tuber Melanosporum en el festival Morella Negra a la mejor novela negra novel del año 2016. A esta la siguieron Primavera cruel, publicada en el 2018; Durante la nevada, ganadora del Premio de Narrativa Ciutat de Vila-real (Alrevés, 2020), y Todos los demonios (Alrevés, 2021). Es comisario del festival de novela Gata Negra, que se celebra cada verano en la Sierra de Gata (Extremadura).

  El crimen de Malladas. Luis Roso. Editorial Alrevés.

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