Esta semana comparto una estupenda entrevista que me concedió el actor, director, guionista y escritor chileno Boris Quercia. En su polifacética actividad cultural destacan en su faceta literaria la publicación de la novela Electrocante (Alrevés) por la que me concedió esta entrevista. Agradecido no solo al autor, en especial a Roser Herrera por su entusiasmo y tesón contagioso.
P.: Aunque vemos en su biografía que es actor, director y guionista, esta novela no es su primera incursión en la narrativa. De hecho, además de Electrocante, ha escrito (y publicado) otra novela de ciencia ficción. Háblenos de esa faceta suya como novelista y de su gusto por la ciencia ficción.
R.: Para mí, la ciencia ficción es un rencuentro con mi infancia. En mi casa no teníamos televisión. Para mis padres era un artefacto innecesario. En cambio mi madre nos bombardeaba de libros y así fue como entré en el mundo de Bradbury, Asimov y otros clásicos de la ciencia ficción, pasando también (obviamente) por Julio Verne. De niño soñaba con aventuras espaciales. Uno de mis primeros guiones fue el de un astronauta chileno. Una comedia que se filmó muchos años después. Se llamó “Chile Puede” y cuenta la desventura del primer proyecto espacial chileno.
P.: Electrocante creo que se engloba en el género distópico. En ese sentido, las máquinas, los androides, están muy presentes en el futuro que narra en su novela. Le preguntaría por el doble protagonismo que van a apreciar los lectores desde el propio título.
R.: Si, se fue dando de forma natural mientras escribía. Me gusta el punto de vista de otro personaje porque le da objetividad al relato. Cuando el protagonista habla en primera persona muchas veces adorna las cosas a su favor. El problema aquí era entender cómo piensa un Electrocante y traté de imaginármelo. Pero claro, si no tenía conciencia no podía contarnos nada más que sus complicadas ordenes de programación cuántica. Por suerte (gracias a un desperfecto) el Electrocante va haciendo una camino hacia la conciencia y puede ser un narrador más de la historia.
P.: Sin duda, hay mucho de crítica social en su novela. Entre los temas, por ejemplo, descubrimos que el poder quiere que trabajemos para mantener el sistema, de lo contrario, sin dinero, se nos relega a los márgenes, a la decadencia. También el uso del miedo como arma recorre el argumento de Electrocante, ¿nos lo comenta?
R.: Creo que la novela policial es, aunque no quiera, un análisis de la sociedad. Cuando se persigue un delito, se va hasta sus orígenes y entonces uno se detiene a pensar en las causas. Eso nos lleva inevitablemente a cuestionar muchos aspectos del orden social. La novela en todo caso no toma partido. Se limita a mostrar el caos y deja en claro que ninguna de las facciones políticas que lucha por el poder tiene demasiado interés en mejorar las cosas de verdad.
P.: Se me ha venido a la cabeza una cita atribuida a Albert Einstein: “No sé con qué armas se peleará la tercera guerra mundial, pero la cuarta será con palos y piedras”. Se la comento para que nos hable de otro de los elementos que aparece en Electrocante, esa revolución en camino que, salvando las distancias, también me evocó a cierto pasaje de Fahrenheit 465.
R.: ¡Excelente cita! Y tristemente contingente. Creo que vivimos en un frágil equilibrio, el mundo no es algo tan solido y estructurado como acostumbramos a pensar. Ya tuvimos un ejemplo con la pandemia.
P.: Me ha parecido que uno de los temas profundos de la novela, quizá, es el origen de la vida o, acaso, de la conciencia. No sé si puedo pedirle que lo enhebre con su decisión a la hora de tramar esta historia en forma de contrapunto con varias voces narrativas.
R.: Si, lo explicaba en una pregunta anterior. Para ahondar en eso creo que si las máquinas adquirieran conciencia podrían considerarse hermanos de los humanos. Nuestro cuerpo es una máquina biológica que en un determinado momento se dio cuenta de que existía. Yo imaginé que eso mismo le pudiera pasar a una máquina.
Boris Quercia (Santiago de Chile, 1966). Interpretó a Roberto Parra (hermano de Violeta Parra) en uno de los mayores éxitos del teatro chileno: La negra Ester. Es director de Sexo con amor, una de las películas más vistas del cine chileno, y de Los 80, la serie más premiada de la televisión chilena. Hoy no quiero matar a nadie es su primera incursión literaria y marca el nacimiento de su personaje Santiago Quiñones. Con Perro muerto, su segunda novela, obtuvo el prestigioso Grand Prix de Littérature Policière el año 2016 en París, Francia. La serie la completa La sangre no es agua. Recientemente ha publicado dos libros de ciencia ficción, Electrocante y Neurón (editados en Francia como Les rêves qui nous restent y Les derniers maillons, respectivamente).
Electrocante. Boris Quercia. Alrevés Editorial.
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Foto del autor: ©Carla Echeverría (2024)