Reseñar un libro como Pintxos y tapas (Oberón), de Koldo Royo, en mi caso, es fácil. Porque, para no dedicarme profesionalmente al sector, he de reconocer que he leído y conservo un buen número de libros culinarios. Decir que todos los libros de recetas son iguales, que solo varían las recetas, es una hipérbole.
A Royo le entrevisté, por cierto, por su anterior libro de recetas con esta editorial. En Pintxos y tapas hay más que pintxos y tapas. Podemos encontrar pasión, no ya por lo gastronómico, sino por acercar el arte de la cocina a quienes tienen/tenemos poco tiempo para preparar algo rico. Así, en el libro, dividido en nueve secciones, descubrimos desde pintxos y brochetas a montaditos y minis; desde tartaletas, platillos o cazuelitas a fritos, vasitos, copas y cucharitas. En la parte final del libro, sorprende —a mí por ejemplo, por verlo allí, en lugar de al principio—, el apartado de Recetas básicas.
De forma didáctica, algo que Royo lleva implementando desde hace años en los distintos medios online y offline donde desarrolla su labor profesional, estas recetas muestran los ingredientes en fotos en una página y, en la contigua, la presentación. La elaboración, en su mayoría, como la de sus ingredientes, es accesible. Prima así, la sencillez, la riqueza de sabores sin grandes artificios y los «emplatados» variadísimos. ¿Por qué las comillas? Basta leer, líneas atrás, como en las secciones de Pintxos y tapas, Royo nos propone elaboraciones para servir como pintxos, cazuelitas, cucharitas o minis, por ejemplo.
Menos es más, seguro que os suena. Solo que como los buenos perfumes que se guardan en frascos pequeños, Koldo ha reunido casi cien deliciosas recetas «pequeñas» para grandes momentos y grandes aspirantes a remangarse en la cocina. Imaginación, exquisitez y buen humor, tres ingredientes más con los que triunfar estos días con estas recetas de Pintxos y tapas. Buen provecho.
A Koldo Royo le gusta comunicar, compartir conocimientos, aprender y enseñar. Nació rodeado de cocina, compartiendo desde niño el Bar Antonio, un tradicional bar de tapas de San Sebastián que regentaban su padre y su tío, y tuvo la suerte de poder formarse con grandes profesionales del sector, como Juan Mari Arzak, Monsieur Dart o Luis Irizar, y vivir en países tan distintos como Francia o México. Cuando regresó a España, inauguró su primer restaurante como jefe de cocina: el Rte. Porto Pi, donde permaneció durante tres años, concediéndole su 1ª Estrella Michelin. En 1989 inauguró su propio restaurante (Rte. Koldo Royo) con 1 Estrella Michelín, donde desarrolló sus platos hasta 2009. Desde 2009 hasta ahora se ha dedicado exclusivamente a su productora gastronómica Bon Gust Producciones, y desde la cual ofrece distintos servicios como talleres de cocina y show cookings presenciales y online, asesorías gastronómicas, ponencias o mesas redondas, imagen de productos, desarrollo de productos o recetas para empresas. Desde la productora también tuvo tiempo para montar su food truck en 2013 (fue unos de los primeros en España) hasta 2020, recorriendo muchos rincones de las Baleares, y algunos de la Península. Y, aunque siempre ha trabajado online, este último año está especialmente volcado en compartir más gastronomía a través de las RRSS.
Pintxos y tapas. Koldo Royo. Oberón libros.
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