Hay libros que susurran, otros hablan y, muy pocos, gritan. Rehenes (Seix Barral), de Nina Bouraoui, es uno de estos últimos. Puede no parecerlo en sus menos de ciento cincuenta páginas, pero es fácil cometer ese error de dejarse engañar por las apariencias, por la cubierta de un libro, valga el guiño.
La propia historia de la protagonista de Rehenes, Sylvie, comienza así. Trabaja en una empresa donde destaca por su obediencia, ha ascendido por méritos propios hasta convertirse en la mano derecha de su jefe. Divorciada con dos hijas, la vida aparentemente perfecta se trastocará por un encargo de su jefe. Uno en apariencia sencillo: hacer una lista de personas de la empresa. Es entonces cuando Sylvie comenzará a tomar conciencia de su lugar en la sociedad. Y con ella lo haremos las y los lectores. Porque si al comenzar su relato en primera persona afirma que no ha conocido la violencia, más adelante descubriremos su secreto.
Violencias hay muchas, las vemos a diario, por eso Rehenes acentúa y nos lanza en este contundente manifiesto una reflexión: ¿Cuáles son los límites de la alienación, de la libertad en una sociedad castradora, en especial para las mujeres? La represión, el papel de la mujer, el de las violencias larvadas saltan del papel, nos cuestionan acerca de la libertad, de cómo superar la resistencia pasiva que nos aborrega ante el yugo del actual orden social.
Rehenes presenta, como digo, varias lecturas. Desde la social a la humanista, desde la reivindicativa frente a los derechos de la igualdad de género a la existencialista y la lucha por la auténtica libertad. Bouraoui escribió Rehenes inicialmente como una obra de teatro, representada en Francia, para posteriormente transformarla en novela, una versión libres que como afirma al inicio del libro es un “homenaje a los rehenes económicos y amorosos que somos”.
Nina Bouraoui es compositora además de escritora. Es autora de quince novelas de extraordinaria acogida entre el público y la crítica franceses, entre ellas La voyeuse interdite (premio Inter), Garçon manqué, Mes mauvaises pensées (premio Renaudot) o Tous les hommes désirent naturellement savoir, seleccionada para los premios Femina y Medicis. De padre argelino y madre francesa, sus primeros catorce años de vida transcurrieron en Argel, Zurich y Abu Dhabi. En la actualidad vive en París y en 2018 recibió la distinción de Comendadora de la Orden de las Artes y las Letras de Francia en reconocimiento a su carrera.
Rehenes. Nina Bouraoui. Seix Barral. Traductor: Adolfo García Ortega
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