El pasado jueves los franceses Dub Inc se citaron en Madrid para la primera parada de su gira española, y como en visitas anteriores el recibimiento fue inmejorable. Claro, este recibimiento fue una cuestión reciproca, donde el publico volvió a disfrutar de lo que fácilmente puede ser la mejor puesta en escena de reggae de la actualidad. Y es que estos galos dan para mucho, y año a año mejoran una propuesta de por sí completísima.

Lo veníamos hablando de camino a la sala, y en los prolegómenos del concierto, si no iba a haber lleno cerca iba a estar. El indice de fama que han alcanzado estos franceses, sobre todo con sus últimos 2 trabajos de estudio y con la notoriedad que han alcanzado, es la mejor demostración de que muchas veces un buen directo puede ser la llave para abrir todas las puertas y llegar al máximo de oyentes posibles. Estoy seguro que este ha sido el caso, creando afición y legión de fans con un show que es la mejor carta de presentación posible, rotundo y demoledor, más efectivo que cualquier gasto en promoción y cualquier vídeo en Youtube.

Y parece imposible, pero continúan mejorando en directo. Si ya hace 3 años, con la presentación de ese «Hors Controle» que tanto nos gustó en su momento consiguieron la difícil tarea de tirar abajo la Sala Heineken, esta vez no se iban a quedar cortos y la Penelope iba a temblar hasta los cimientos con los ritmos de una banda que se convierten en gigantes cuando pisan el escenario. Con el calentamiento por parte de Miguel Camaño, que con su buen gusto habitual fue el encargado de abrir bocas y recibir a los asistentes, la sala fue llenándose progresivamente mientras los últimos rezagados apuraban sus cañones y comprobamos que la planta de arriba iba a estar también abierta, lo cual era fiel testigo de que el lleno iba a ser hasta la bandera.

Cerca estaríamos de las 10 de la noche cuando los artistas aparecieron en escena, y la locura comenzó. No hay otra manera de llamarlo. Es cierto que ya estoy acostumbrado a su show, siendo ya la cuarta ocasión en verles, pero lo que ofrecieron el pasado jueves es la constatación de como tener al publico entregado de principio a fin, es increíble el carisma que desprenden y su capacidad para no dejar ni un hueco para el mínimo adormecimiento del personal. Desfilaban los primeros temas y quedaba claro que, aun siendo la presentación de «Paradise», el show no iba a dejar de lado el resto de trabajos de la banda, muchos de los cuales ya han alcanzado la categoría de himnos como «Bang Bang» o la explosión que supone siempre «Dos a Dos» en directo.

Tablas. Dub Inc tienen ya muchas tablas. Y es que quizás se les considera un grupo relativamente joven, pero los discos y giras a sus espaldas les convierten en mas veteranos que muchos a los que se llama consagrados. Todo esto se vio el jueves, con un publico entregado a los artistas que disfrutaban como niños pequeños del contacto con el respetable, mientras iban presentándonos por primera vez algunos de los nuevos temas del grupo como «Chaque nouvelle page», «Better run» o el single de presentación de  «Paradise», con el videoclip que repasa alguno de los grandes momentos de la ultima gira del grupo, incluyendo el directazo que se marcaron en el ultimo Rototom para deleite de los asistentes.

Quizás el sonido no era el optimo, mas si cabe para los comodones que preferimos quedarnos por la planta de arriba de la sala, perdiendo algo de ambiente en pos de una mejor visibilidad y algo mas de oxigeno en una sala cargada de humos. Aun así, pocos peros se podían poner mientras desfilaban temazo tras temazo:  «Ma melodie», «Get mad», «Metissage»… su ya extenso repertorio es uno de los puntos fuertes de Dub Inc y a su vez un problema, demasiadas canciones «top», tantas que siempre se queda alguna en el tintero de las preferencias personales de cada uno, es lo que tiene no? No puede llover siempre a gusto de todos, pero desde luego con un concierto así difícil habría sido encontrar un ápice de insatisfacción en la sala abarrotada sala por parte de los asistentes, que en ningún momento pararon de gastar sus energías y vibrar con los virtuosos artistas.

Y no fue un concierto corto, desde luego. Además a un ritmo frenético, sin casi espacio para el silencio entre canción y canción, casi con una ansiedad por agradar y dejar el listón del show lo mas alto posible, hecho de consiguieron sin lugar a duda. El misticismo se había apoderado de la sala e himnos como «Jump up» se mezclaban con temas de nueva factura como la nueva colaboración con Skarra Mucci o ese precioso «Il faut qu´on ose» que tan bien suena con el acordeón en directo. La banda tocaba a buen tempo, con la soltura que les caracteriza mientras los solistas se compenetraban como siempre, a la perfección. Una alternancia perfecta, con la sonrisa eterna de Komlan y su rasgada voz grave dando toda la potencia que requería el show y Hakim haciendo lo suyo, que es deleitar y sorprender con esa deliciosa voz de carácter rai que cruza la frontera del reggae convencional y parte el alma del oyente en 2.

Tras más de una hora y media de directo llegaba la recta final del mismo, con artillería pesada para despedir a lo grande, como quien dice, véase el caso de «Murderer» y «Rudeboy». Un publico exhausto aguanto el tirón hasta el final y ni el calor ni la condensación de la sala importaban lo mas mínimo mientras los galos disfrutaban de los últimos arreones de un concierto para el recuerdo, reconocido con las abrumadoras ovaciones que recibieron los artistas en todo momento y hasta el final del mismo. Los largos aplausos finales fueron merecidos desde luego, así como todo el cariño que recibieron. Definitivamente, Dub Inc lo habían vuelto a hacer.

 Dub Inc // Sala Penelope, Madrid

http://www.dub-inc.com/fr/home/

 

 

 

 

 

http://www.lagonzo.es/wp-content/uploads/2014/02/La_gonzo_dubinc3.jpghttp://www.lagonzo.es/wp-content/uploads/2014/02/La_gonzo_dubinc3.jpgMarco AceitunoConciertos
El pasado jueves los franceses Dub Inc se citaron en Madrid para la primera parada de su gira española, y como en visitas anteriores el recibimiento fue inmejorable. Claro, este recibimiento fue una cuestión reciproca, donde el publico volvió a disfrutar de lo que fácilmente puede ser la mejor...