El llamado “festival de la generación Youtube” ha traído el pasado fin de semana al Matadero Madrid y la sala Riviera una heterogénea propuesta, donde grandes nombres  del panorama musical compartieron cartel con un grupo de los freaks supuestamente más conocidos en el mundillo de los videos de Internet.

La oferta del festival se extendía fuera de lo estrictamente musical, con proyecciones, danza, conferencias y deportes urbanos; pero la protagonista indiscutible fue la música. Sobre el papel, la idea era congregar lo más popular de la red Youtube en cuanto a música se refiere, pero ese argumento se nos antoja alejado de la verdadera motivación del festival.  Por un lado, nombres como Primal Scream o Underworld, bandas consagradas como cabeza de cartel y fichadas en último momento, por el otro a un grupo de artistas y freaks varios que se han hecho populares a través de la red de redes. Entre medias, bandas de corte independiente y sobrada calidad, como El Guincho, Battles o Vive la Fête, o productos patrios de otra época como Chimo Bayo o Locomía. ¿Qué une a estos nombres, que sus videos se ven mucho en Youtube? ¿Quiénes eran los verdaderos protagonistas de este pastiche musical? No dudo que el número de visionados de los videos de El Guincho o de Delfín hasta el fin sea elevado, pero pretender decir que el festival se vertebra bajo este supuesto es, como poco, gastar una broma pesada.

Lo que parece más cercano a la realidad es que los programadores querían organizar un festival en torno a estos productos salidos de Internet, un batiburrillo de freaks, temas virales y artistas facilones. Oliendo que el fiasco podría ser de aúpa, decidieron darle un toque de sofisticación al conjunto y empezaron a sumar nombres de verdaderos artistas de la escena independiente, garantía de solvencia y, más importante todavía, de venta de entradas. Para sumar más variables, y darle un toque urbano y cultural, qué mejor que programar alguna conferencia, alguna película y deportes urbanos.

El festival fue un derroche de medios. Dos escenarios con sonido impecable, ubicados en el patio del Matadero, ambos con enormes pantallas e incluso un half-pipe en uno de ellos; otro escenario más bajo techo en una de las naves del Matadero, además de otra nave dedicada a sesiones de DJ, que estuvo prácticamente vacía. Todo ello completado, hasta el amanecer, por sesiones en la sala Riviera.

Impecable infraestructura para un festival con poca asistencia (no disponemos de datos oficiales de la organización por el momento). Aunque hay que reconocer, para maquillar el bajo seguimiento, que el tiempo desanimó a muchos el viernes, y que estaba muy reciente el DCODE celebrado hace dos semanas también en la capital.

El viernes fue una jornada pasada por agua donde la escasa asistencia se esforzaba por protegerse del temporal bajo los toldos de las barras o se agolpaba frente a ambos escenarios del patio del Matadero armados con ponchos, chubasqueros y paraguas de todo tipo. Una pena la meteorología, porque esta jornada nos deparó muy buenos momentos musicales.

Sobre las nueve de la noche, en el escenario pequeño (es un decir) el Guincho puso la nota tropical en una noche en el que todos añoramos los calores veraniegos. El canario incluso dio las gracias a los que aguantaban bajo el chaparrón para ver su concierto. Mientras tanto, y bajo techo, Vive la Fête presentaban su nuevo álbum ‘Produit de Bélgique’.

El mejor momento de la noche llegó con Primal Scream. A muchos se nos olvidó entonces la incesante lluvia y disfrutamos sin apretones en las primeras filas del escenario grande del conciertazo que se marcaron los escoceses, y en el que repasaron sus temas emblemáticos. Del “Miss Lucifer” a “Country Girl” pasando por «Rocks», «Movin’ On Up» o «Jailbird», Bobby Gillespie no paró de moverse, de animar al público y la banda al completo demostró su buen estado de forma. También hubo tiempo para dos temas nuevos de los de Glasgow, que formarán parte del nuevo trabajo previsto para el año 2013. La noche continuó en la Riviera con interesantes nombres como Meneo o  Felix Da Housecat, pero quedó deslucida por el escaso público que congregó. La organización debería tomar nota de una sugerencia: montar un servicio de buses gratuitos que conectasen el Matadero y La Riviera.

El sábado volvió a salir el sol y, gracias a él, pudimos disfrutar al atardecer de un soberbio concierto de The Battles. La “Gala Youfestera” programada a continuación nos deparó, tal y como el día anterior, los momentos más casposos del festival, en una suerte de celebración del esperpento en el que algunos momentos divertidos quedaban eclipsados por una sensación de vergüenza de asistir a un espectáculo grotesco. A continuación, en el mismo escenario Rick Astley nos permitió revivir épocas pasadas con alguno de sus emblemáticos temas. Mientras, el dúo Squarelectric repartió decibelio y hits rompepistas en el escenario cubierto. Pasadas las doce de la noche, todo el público se congregó en el escenario principal donde Underworld puso el broche en el Matadero a la edición de este año en un concierto potente y sin altibajos. La noche continuó en la Riviera con nombres como Diplo o Chimo Bayo, con más público que el día precedente, pero poco aforo en general.

Esperpéntico, genial, heterogéneo, divertidísimo… Muchos adjetivos que se dicen estos días al respecto de este Youfest. Nosotros nos quedamos con el buen nivel de algunos grupos, el buen sonido y visuales; el resto, ya lo hemos dicho en esta crónica.

 

la gonzoConciertos
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