Cuarenta y siete años de carrera creativa y siendo una figura pública, y Marianne Faithfull sigue siendo una de las artistas más singulares, cautivadoras y extraordinarias que el Reino Unido ha parido. En esos 47 años su voz ha crecido, desde la inocente e ingenua interpretación de su single debut “As Tears Go By’ (1964, la primera canción compuesta por Mick Jagger y Keith Richards) hasta su incomparable, profunda y desgarradora forma de interpretar la música, además de convertirse en una excelente y tremendamente emotiva compositora –como muestra claramente hoy en día con este, su vigésimo tercer disco en solitario, el impresionante ‘Horses And High Heels’.

Grabado en Nueva Orleans, rodeada de excepcionales músicos locales, el disco incluye ocho versiones y cuatro canciones originales coescritas por Marianne; cuatro canciones que abarcan el virtuosismo de la guitarra de John Porter, músico/productor y amigo bien conocido por sus trabajos con Roxy Music, Eric Clapton y The Smiths. El disco también incluye una canción, con letra compuesta especialmente para ella, del irlandés Frank McGuiness (la evocadora ‘The Old House’), dos cameos a la guitarra de otro gran amigo, Lou Reed, además de cameos adicionales de Dr. John y Wayne Kramer de los MC5. Exquisitamente producido por el viejo colaborador Hal Willner, el alquimista de sonidos responsable del exitoso ‘Easy Come, Easy Go’ (2009), en el cual desplegaba una sublime colección de versiones y duetos con personajes a los que a Marianne le gusta llamar amigos, desde Keith Richards y Jarvis Cocker a Rufus Wainwright y Nick Cave. Dos años más tarde, ‘Horses And High Heels’ explota un pasaje vital lleno de creatividad de una mujer adentrada en los 60 más inspirada y resplandeciente de lo que jamás haya estado. ‘Horses And High Heels’ se grabó en el barrio francés de Nueva Orleans durante los meses de septiembre y octubre de 2010 y recoge un amplio espectro de deslumbrantes músicos de la prestigiosa escena de la ciudad. Despliega el abanico del soul, blues, folk, country, jazz-pop, todos ellos aderezados con su contundente voz y cautivadoramente influida por, quizás, la rara y singular combinación del jazz, la música clásica y los malévolos Grinderman de Nick Cave. En el apartado de las versiones, encontramos de nuevo a una Marianne y un Hal demostrando que tienen un don especial para encontrar bellas, inesperadas y, a menudo escandalosamente olvidadas canciones, tan dramáticas como diversas.

Por otro lado, sus cuatro canciones originales son toda una revelación: la “folky” ‘Why Did We Have To Part?’, una elegía al final de una larga relación, “No podía resistirme a una canción de ruptura sentimental –la herida ya está curada”; el Hammond inmerso en un remolino de ‘Prussian Blue’ (un repaso a su vida en París), el ritmo forzoso y teñido de folk celta de ‘Horses And High Heels’ (“se trata de mi, mirando desde mi ventana en París e Irlanda) y la alegre ‘Eternity’ en la que se incluyen grabaciones programadas del sabroso Arabian-jazz de la grabación de Brian Jones en Marruecos con los Master Musicians of Jajouka (disco de 1968, ‘Brian Jones Presents: The Pipes of Pan at Jajouka’). “Se trata de estilos muy distintos para mi, mucho más rítmicos, convirtiéndose en un disco moderno que, en absoluto, mira al pasado. Todas las canciones tratan del presente, ¿sabes?”.

En 2011, va a girar por todo el mundo, quizás se adentre en algunas actuaciones más próximas al recital de sus amados sonetos shakesperianos y, acaba de rodar recientemente ‘Belle du Seigneur’ (que no se estrenará hasta 2012), la adaptación al inglés de la épica historia de amor de Albert Cohen, interpretando el papel de Mariette, una ama de casa, junto a Jonathan Rhys Meyers y Natalia Vodianova. No cabe duda así de que, en el corazón de ‘Horses And High Heels’, se encuentra el sonidos de una alegría universal y sofisticada – un disco tan rico, dramático y artísticamente liberador como su propia vida extraordinaria.

MARIANNE FAITHFULL

4 de Abril de 2011 – Teatro Lara (Madrid)

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Cuarenta y siete años de carrera creativa y siendo una figura pública, y Marianne Faithfull sigue siendo una de las artistas más singulares, cautivadoras y extraordinarias que el Reino Unido ha parido. En esos 47 años su voz ha crecido, desde la inocente e ingenua interpretación de su single...