Crónica de ARCO 2014

Cierra la 33ª edición de la feria de Arte Contemporáneo de Madrid.

Este año ARCO arrancaba con el optimismo que proporcionaba la bajada de IVA para incrementar las ventas de arte respecto a años anteriores. Para animar el negocio, la organización invitó a asistir a la feria a unos 250 coleccionistas extranjeros, a los que hay que sumar unos 150 directores y comisarios de diversas instituciones.

Y ya que la consigna era la de vender, para que el sector remontara sus malas cifras, las galerías han apostado por ser conservadoras y han exhibido mayoritariamente pintura y fotografía, obras de artistas consagrados (algunas por encima del millón de euros), y se han apartado de la sorpresa por la que antes fue conocida esta feria.

Finlandia ha sido el país invitado a esta edición de ARCO. La selección de galerías ha sido realizada por Leevi Haapala, comisario del museo Kiasma de Helsinki, y el área destinada para la exhibición de las obras se ha convertido en una de las zonas más visitadas de la feria. Especialmente interesante fue el montaje Abendland de  IC-98 en el espacio de la galería Heino.

Entre los premios concedidos esta edición, hay que destacar el Premio Ron Barceló Imperial, dotado con 15.000 euros y que premia la mejor exposición de 201. Este año ha sido concedido a Ignasi Aballí de la Galería Elba Benítez con su exposición Mirar (el otro lado).

Otro galardón a destacar es el Premio ARCO Comunidad de Madrid, destinado a jóvenes artistas, y que este año ha sido otorgado ex aequo a Andrea Canepa por la La gloria perdida, que se mostró en la Galería Rosa Santos de Valencia, y a Héctor Zamora por Inconstancia material, mostrada en la Galería Luciana Brito de Brasil.