¿Si os digo “ironía” en qué pensáis? Yo en monologuistas, y es curioso porque tengo una guerra personal contra los que hacen actuaciones muy manidas. ¿Por qué? Porque creo que se puede hacer ironía de calidad sin buscar el “qué bueno, me parto la caja” del público. Muchos de estos profesionales se curran los guiones muy locamente, los trabajan, los piensan, los revisan, buscan la sonrisa que no la carcajada, y ahí volvemos, esa es la ironía que me gusta (porque estoy en guerra sí, pero no contra todos, solo contra los de la risa fácil). ¿Por qué os cuento todo esto? Porque en verano me dediqué a redescubrir el género, y lo hice via dos autores principalmente: Terry Prattchet en varias de sus vertientes y Arturo Pérez-Reverte. Sí, ese mismo, la T mayúscula.

Prattchet es reconocido mundialmente por tener visión mordaz y hacer críticas sociales reflejadas en su Mundodisco, las reacciones que generan sus novelas hacen menear abanicos con furia, cosa que por otro lado, le ha acarreado una horda de fans. Es uno de dos escritores británicos que se han montando en la libra (la otra es la Rowling, a esta ya la conocíamos) con millones de seguidores, aquí me incluyo. La gran sorpresa fue la Reverte y su obra La sombra del águila. Nunca imaginé encontrar un genio de la talla de Prattchet entre nuestras castizas filas, y resulta que sí, que contándote un episodio histórico lejano, desgarrado, trágico, aquí el colega se las ingenia para que te rías, reconozcas a “los españoles” y estés ahí, en primera línea, viéndolos caer; porque a fin de cuentas es un relato sobre la campaña de 1812 (tropas napoleónicas + batallón de infantería español del 326 vs rusos=fiesta loca).

¿Queréis hilar fino en esto de la ironía? Pues ojo con el Club de la gente que se sube a un escenario para contar lo que hace en el baño, o con sus parejas… que vaya tela. Hay más tipos de ironía por explorar.

Si alguien sabe de autores del estilo, soy toda ojos y agradecimientos.

Miriam AlonsoLiteratura
¿Si os digo “ironía” en qué pensáis? Yo en monologuistas, y es curioso porque tengo una guerra personal contra los que hacen actuaciones muy manidas. ¿Por qué? Porque creo que se puede hacer ironía de calidad sin buscar el “qué bueno, me parto la caja” del público. Muchos de...