Mil ramos de flores no son suficientes. Entrevista a Luis Aleixandre Giménez

Esta semana comparto la entrevista que me concedió el escritor vilarealense Luis Aleixandre Giménez al hilo de su novela Mil ramos de flores no son suficientes (Unaria ediciones).

Ginés j. Vera: ¿Cuál fue el origen o el detonante a la hora de escribir esta novela?

Luis Aleixandre Giménez: Mil ramos de flores no son suficientes es mi tercera novela larga, descontando Días de fútbol, mi primera novela corta. La escribí, de alguna manera, a petición de los lectores de Veinte días desenfocado, mi primera novela, en la que dejé el final abierto para que cada lector sacara sus propias conclusiones sobre el mensaje de la novela: el egoísmo del ser humano y sus consecuencias sobre las relaciones y vidas de cada uno de nosotros.

»En  Mil ramos de flores no son suficientes, el protagonista se desplaza hasta Valencia para intentar recuperar a su exmujer y a su hija, tras recuperarse de las adicciones al alcohol y a las drogas que destrozaron su relación con ellas. Es una historia de superación, y de demostración de hasta dónde es capaz de llegar el ser humano por amor. Pero en la novela he intentado hacérselo pasar mal al lector, ya que primero lo hago empatizar con Tiago, el protagonista, para luego convertirlo en espectador de su innata habilidad de meterse en todos los líos posibles.

G.J.V.:  Tiago intenta recobrar el amor de sus dos mujeres, su esposa Sonia y su hija Teresa. “No he de olvidar errores pasados –leemos que reflexiona– y debo tener muy en cuenta que, en momentos como este, es cuando se adoptan decisiones importantes”. Esta reflexión me sirve para preguntarle por Tiago, para que nos adelante un poco las motivaciones de ese último intento por resolver sus problemas sentimentales.

L.A.G.: Siento una predilección sobre Tiago como personaje. Creo que es mi mejor creación en cuanto a cuantos protagonistas he creado en mis novelas. En esta novela, ha pasado de abusar de las drogas, el alcohol y el sexo de pago, a recuperar la cordura y ser consciente del error cometido. No le queda otro remedio que creer en las segundas oportunidades, por lo que se lanza de cabeza a intentar conseguir el perdón, pero esta vez de forma sincera. Siente que solo puede vivir con y junto a ellas, y es capaz de hacer cualquier cosa por recuperar su amor. El título lo decidí por su forma de enfrentarse al problema: mil ramos de flores no harán cambiar de idea a su ex mujer; no son suficientes. Deberá idear algo diferente, más sincero, más arriesgado, aunque le lleve a situaciones extremas.

G.J.V.: Vemos a lo largo de Mil ramos de flores no son suficientes que Tiago es una persona sencilla, quizá de esas que suele meterse en líos sin pretenderlo. Puestos a empatizar con él, como lectores, me ha resultado curioso leer algo sobre su infancia. Ese recuerdo de cuando se entretenía pensando en superpoderes como los de sus superhéroes. Háblenos de ello y de los suyos. Quizás Ud. también pensó en eso, ¿qué superpoder quiso tener cuando era crío?

L.A.G.: Bueno, cuando te encuentras sumergido en la trama de Tiago, entiendes que suspire por la inalcanzable posibilidad de poseer cualquier superpoder que le sirva para conseguir sus planes. Todos hemos deseado en algún momento de nuestra vida, sobre todo en nuestra infancia, tener una virtud excepcional que nos permitiera hacer algo diferente y extraordinario a lo que hacen el resto de los mortales (condicionados por la lectura de los cómics norteamericanos de superhéroes). Yo siempre quise tener la habilidad de convertirme en invisible a voluntad para acceder a lugares prohibidos, escuchar conversaciones privadas, estar presente en reuniones reservadas, y un largo etcétera. Tenía más interés para mí desvelar secretos guardados bajo llave que poder volar, congelar cosas con la mirada o tener la fuerza de mil elefantes.

G.J.V.: Una de las tramas secundarias de esta historia tiene que ver con una investigación de la policía acerca de un asesino de prostitutas. ¿Qué nos puede contar sin desvelar parte del interés de la novela?

L.A.G.: Valencia ha sido y es el escenario de sucesos escabrosos. Hace un tiempo, un asesino mató a un policía que encontró el cadáver de un hombre descuartizado dentro de una maleta junto a un contenedor de basura. Eso es real. ¡Qué difícil nos lo pone la realidad, a los escritores, para poder superarla con nuestra ficción! En la novela necesitaba un ambiente de intranquilidad y miedo en la capital del Turia, para que el transcurrir de Tiago por la ciudad no fuese demasiado placentero. No digo más.

G.J.V.: Háblenos de la banda sonora de Mil ramos de flores no son suficientes más allá de David Bowie, Lou Reed y Maná. ¿Se atreve?

L.A.G.: Claro. David Bowie y Lou Reed forman parte de la música de mis experiencias durante mi estancia en Valencia. La banda sonora de Maná es solo porque encajaba a la perfección en una de las escenas del pub donde conoce a Penélope, a Delfín y a Youssou. La verdadera banda sonora de la novela sonó en mi cabeza durante el año y medio que invertí en su escritura y correcciones, y está compuesta por la música que escuché y a los conciertos a los que acudí durante mi época de estudiante en la capital, entre otros de New Model Army, Godfathers, The Lords of the New Church, The Dance Society, Flamin Groovies, Radio Futura, Wedding Present, The Psychedelic Furs, Love and Rockets, The Fuzztones, The Church, Lloyd Cole & the Commotions y un largo etcétera. En esa época, desde mediados de los ochenta a finales de los noventa, Valencia fue un referente en cuanto a conciertos de música rock.

G.J.V.: Su novela Dios no baja a los infiernos resultó 6º finalista del prestigioso Premio Planeta de novela 2019. ¿Qué van a encontrar los lectores de Mil ramos de flores no son suficientes si deciden seguir leyéndole con esta novela que será editada en breve?

L.A.G.: Dios no baja a los infiernos es una novela negra cuya trama también transcurre en la ciudad de Valencia (¿había dicho ya que amo la capital del Turia?). En ella se entremezclan personajes variopintos que me permiten tejer una trama repleta de acción, sexo y sentimientos de toda índole. Los barrios, las calles y los ciudadanos de Valencia se convierten de nuevo en protagonistas de la historia, en la que una inspectora de policía pone todo su esfuerzo en demostrar la inocencia del inspector Tárrega, encarcelado en Picasent por unos asesinatos que no cometió. La innovación en la forma de narrar la historia, y la originalidad con la que se desarrolla, hizo que el comité lector de la editorial Planeta la situara en el grupo de las diez mejores entre las 546 novelas que se presentaron al premio en el año 2019. Espero que, en cuanto se edite en los primeros meses de 2021 por la editorial Unaria, la novela tenga una buena acogida entre los lectores avezados de Valencia.

Luis Aleixandre (Vila-real, 1964) empezó su carrera literaria en 2016 con la autoedición de la novela Veinte días desenfocado. Es miembro de la asociación de Escritores de la Provincia de Castellón y de la asociación literaria Tirant lo Groc de Vila-real. Entre los premios y distinciones se encuentran el Premio Fantasti’CS 2017 de microrrelatos, el Premio QUBO 2019 de narrativa y ser sexto finalista del Premio Planeta 2019.

Mil ramos de flores no son suficientes. Luis Aleixandre Giménez. Unaria ediciones.

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