Tosca, Liceu – hasta el 25 de Marzo , Barcelona

Polvorón@JORDI ROVIRALTA

El Gran Teatre del Liceu es una pieza clave para interpretar a la
sociedad de Barcelona; si se dispone tiempo y bolsillo, acudir a una
sesión del Liceu y ver un partido de fútbol en el Camp Nou son dos de
las actividades básicas para adentrarse en la idiosincrasia de la
ciudad condal. Dos espectáculos que levantan pasiones de forma
transversal en la capital catalana.

El Liceu es uno de los pocos teatros de Europa que no surge como
teatro de corte, sino que lo hace como teatro privado y sustentado
directamente por propietarios englobados en la "Societat de
Propietaris". Dicha sociedad encargaba la programación del teatro a
una empresa concesionaria, que tenía la obligación de organizar un
número determinado de funciones a cambio de quedarse el ingreso de las
localidades no pertenecientes a la sociedad. Extrañamente esta
situación se prolongó hasta 1980, momento en que, ante el peligro de
desaparición del mismo, la Diputació de Barcelona, el Ministerio de
Cultura y la Societat de Propietaris crearon el Consorci del Gran
Teatre del Liceu, que se encarga hasta la actualidad de su gestión y
explotación.

El Gran Teatre del Liceu, coliseo operístico de Barcelona, estrenó el
pasado 8 de Marzo (Día Internacional de la Mujer) una producción de
Tosca: una ópera con heroína femenina. Tosca, de Giacomo Puccini, fue
estrenada el 14 de enero de 1900 con libreto de Giuseppe Giacosa y
Luigi Illica basado en el melodrama de "La Tosca" de Victorien Sardou,
representándose por primera vez en el Liceu el 30 de marzo de 1902.

En esta ocasión el Liceu propone para marzo Tosca, ópera de Giacomo
Puccini con dirección musical de Paolo Carigiani y dirección de escena
de Paco Azorín. Para Paco Azorín, Tosca es un triángulo de pasiones
donde el número tres se mantiene en toda la función. Tres escenarios
en la Roma de 1800, tres personajes principales (Tosca, Cavaradossi y
Scarpia) y las tres leyes del teatro clásico: acción, espacio y
tiempo. La puesta en escena de Paco Azorín está dominada por un gran
retablo que recorre tres siglos: el de la trama (siglo XIX), el de la
creación de la ópera (siglo XX) y el del público (siglo XXI), para
mostrar así tres niveles de lectura de esta ópera: uno por acto. La
Tosca de Azorín empieza con una pieza realista, evoluciona hacia una
esfera simbólica y termina con una visión metafórica de esta historia
de pasiones. Los tres escenarios comparten la pasión de la
contradictoria naturaleza humana, desde el amor al poder, expresada
siempre con vehemencia política.

Ir al Liceu es siempre una experiencia única para todos los sentidos:
sentarse en una de las más de dos mil butacas de terciopelo rojo es un
placer indescriptible, y dejarse llevar por las mágicas notas de
Puccini, que sin recitativos nos cuenta una historia universal de
poder y de amor, la razón perfecta para visitar el Gran Teatre del
Liceu. Porqué si el Barça es más que un club, sin duda alguna, el Gran
Teatre del Liceu es mucho más que un teatro, y Tosca , mucho más que
una ópera.

http://www.liceubarcelona.cat/temporada-2013-2014/opera/tosca/presentacio.html

Tosca

Gran Teatre del Liceu - Barcelona

12 - 220 EURO