El protagonista de Todos en mi familia han matado a alguien (Planeta), de Benjamin Stevenson, es un apasionado de la novela negra. Se gana la vida enseñando a otros cómo escribir novelas negras. Se nos presenta en el prólogo como Ernest Cunningham. También tira de honestidad desde ese primer golpe de efecto al advertirnos que a lo largo de la historia podemos encontrarnos, por ejemplo, los detalles escabrosos en tal y cual página. O que va a narrarla con honestidad, al punto de adelantarnos que él, como el resto de su familia, ha matado a alguien. Solo que para averiguar eso (y otros detalles de la familia Cunningham, claro) hemos de zambullirnos en Todos en mi familia han matado a alguien.

Narrada en primera persona, con toques de humor, ironía y numerosos guiños al lector, Stevenson nos emplaza a una reunión familiar de los Cunningham. Será durante un fin de semana, en un complejo residencial de montaña, aprovechando que uno de los miembros, Michael, el hermano del narrador, ha salido de prisión. No será una reunión muy agradable por varios motivos. Ernest lo sabe, él mismo denunció a su hermano a la policía con lo que no espera un gran recibimiento cuando se reencuentren.

Por qué ha pasado Michael tres años entre rejas es uno de los interrogantes que pronto descubriremos en la novela. Aunque surgirán otros, ya que un curioso cadáver aparecerá cerca del hotel donde se hospedan. Coincidencias, sospechas, una bolsa llena de dinero y Ernest en centro de las inquinas familiares (no le han perdonado que denunciara a su hermano por asesinato) irán tejiendo la trama de esta divertida novela negra.

Aunque personalmente me costó un poco entrar en la historia, luego me fue enganchando. Me gustaron esos guiños “alertando”, por ejemplo, de que nadie (ningún personaje) se queda sin batería en el móvil hasta la página 338. Otro es el que acota en el capítulo dedicado a su esposa, que hará esbozar una sonrisa; o el capítulo 14,5 (sí, usa un decimal), el cual podemos saltarnos -Stevenson dixit- si confiamos en nuestras “capacidades cognitivas”, por dar otro ejemplo. He celebrado el regusto a Agatha Christie y alguna alusión literaria no solo a la reina de la novela negra. También al rifle de Chejov, a Ian Fleming, a Conan Doyle o a M. Atwood. Que recurra al humor (como mecanismo de defensa, se justifica el narrador) es otro de los aciertos de la novela. Quizá el recurso que más alabo es la huída de clichés, todo y que si desliza alguno casi parece pedir disculpas por ello.

Una novela de aciertos, de buen ritmo narrativo y de personajes bailando alrededor del escenario a lo Asesinato en el Orient Express para las y los amantes del género. No es de extrañar así que haya tenido tan buena acogida editorial o que Todos en mi familia han matado a alguien vaya a ser adaptada al cine por la plataforma HBO. ¿Os la vais a perder?

Todos en mi familia han matado a alguien. Benjamin Stevenson. Planeta.

Benjamin Stevenson. Es un humorista galardonado y escritor de novela negra australiano. Con el dúo cómico que formó junto con su hermano, The Stevenson Experience, ha llenado teatros como el del Melbourne International Comedy Festival y el Edinburgh Festival Fringe, y ha actuado en televisión para los canales ABC TV, Channel 10 y The Comedy Channel.

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