tus-lineas-rojasEsta semana quiero compartir con vosotros mis sensaciones tras leer Tus líneas rojas (Zenith), de Tomás Navarro. Lo primero, decir que no es el primer libro que leo de él. Sus cinco libros anteriores me han permitido no solo entender muchos de los conceptos de este libro. De hecho, alude en Tus líneas rojas a algunos de ellos.

También puedo decir sin rubor que no es casual que sean libros con gran éxito entre los lectores y traducidos a varios idiomas. Este, como aquellos, se plantea en capítulos muy amenos, con ejemplos hasta divertidos cuando procede. Con pequeños apuntes “disruptivos”, como él los llama. Y, muy importante, con ejercicios fáciles de llevar a cabo, intercalados. Algo muy a destacar porque libros teóricos hay a patadas, lo sabemos.

El quid está en saber transmitir de manera clara y efectiva el qué y el cómo. Y que sean útiles. Este Tus líneas rojas lo cumple desde el corazón mismo de su objetivo: identificar a perfiles tóxicos y abusivos en nuestras relaciones para poner límites que nos salvaguarden. Hablamos de salud, de salud mental. Igual que nos protegemos físicamente, por ejemplo, con una mascarilla en un lugar poco ventilado o cambiamos de acera si vemos una pelea callejera donde vuelan objetos y tememos por nuestra integridad con la salud mental, igual.

Quien más quien menos ha conocido a una persona tóxica, abusiva, de difícil convivencia incluso. Y, ¿qué hacemos? ¿Toleramos todo lo que nos haga, hasta cuándo, con qué objetivos? ¿Respetarnos a nosotros mismos es malo, por qué? Preguntas que Navarro responde por partes. Nos ayuda a ponerle nombre a las cosas, a definir qué está pasando y a seguir una serie de pasos, de métodos, como el PAL para que que no sigan abusando de nosotros día tras día. No se trata de ser narcisista, ni egoísta; ni tan siquiera de ir avasallando con límites sin sentido, tal y como nos recuerda Navarro.

Ser asertivo es distinto a transigir con todo y con todos. Establecer prioridades puede ser un buen punto de partida, comunicarlas a quienes comparten nuestro espacio vital, también. Limitar comportamientos muchas veces recurrentes, que nos lastiman, la piedra de toque para poder defendernos emocionalmente y autodefendenos. Hablamos de autocuidado y autoestima, dos conceptos clave para llevar una vida sana y feliz. Y la felicidad empieza muchas veces por nosotros mismos y nuestras decisiones.

Una buena decisión ha sido leer este libro. Ahora os toca decidir si queréis emularme y acercaros a Tus líneas rojas. Si lo hacéis, estaré encantado de recibir vuestras opiniones. Y Tomás también, me consta.

Tus líneas rojas. Tomás Navarro. Zenith.

Tomás Navarro comenzó su carrera trabajando con niños en un hospital, siempre desde una perspectiva clínica, pero más adelante decidió abandonar ese entorno para dedicarse a los procesos de enseñanza y educación dedicados especialmente a los adultos. De ahí pasó a fundar su propia consultoría orientada al mundo del coaching, buscando la manera de ayudar a sus pacientes a alcanzar la felicidad. A lo largo de su carrera, ha impartido numerosas conferencias y seminarios, trabajando también como asesor profesional y coaching personal. Además de haber publicado numerosos artículos y ensayos dedicados a su área de trabajo es autor de Fortaleza emocional, Kintsukoroi, Wabi Sabi, Piensa bonito y, junto a Fernando Trías de Bes, Yo soy así.

Te puede interesar:

Kintsukoroi, Tomás Navarro.

‘Yo soy así’. Tomás Navarro y Fernando Trías de Bes.

Piensa bonito. Tomás Navarro.

Entrevista a Tomás Navarro

http://www.lagonzo.es/wp-content/uploads/2023/03/portada_tus-lineas-rojas-p.jpghttp://www.lagonzo.es/wp-content/uploads/2023/03/portada_tus-lineas-rojas-p-290x290.jpgGinés J. VeraLiteraturaAutoayuda,Divulgación,Libros,reseñas,Tomás Navarro,Tus líneas rojas,Zenith
Esta semana quiero compartir con vosotros mis sensaciones tras leer Tus líneas rojas (Zenith), de Tomás Navarro. Lo primero, decir que no es el primer libro que leo de él. Sus cinco libros anteriores me han permitido no solo entender muchos de los conceptos de este libro. De hecho,...