Entrevistamos esta semana a  Eva Villares, actriz y escritora. Tras pasar un tiempo en Madrid para adquirir experiencia actoral, regresa a Valencia y empieza a interesarse por la escritura. En sus relatos trata el erotismo, un género en el que se siente cómoda, aunque también se interesa por la fantasía, la ciencia ficción… Ha publicado hasta ahora tres libros, y ha ganado, ha quedado finalista y seleccionada, sobretodo en algunos certámenes de microrrelatos. Escribe relatos, poesía, guiones y textos teatrales. Su último libro publicado es ‘Oda a mi amante’.

Este catorce de noviembre se celebra el día mundial de la diabetes, mi primera pregunta es si conoces algún caso próximo a ti de diabetes, y si es así, de qué tipo, insulinodependiente o no insulinodependiente. No conozco un caso muy cercano, como por ejemplo un familiar, con el que haya podido vivir el día a día, pero sí sé de dos casos de personas que he conocido y conozco. Una de ellas, la madre de un amigo, que sí tenía que inyectarse insulina, y el segundo caso es otra amistad de un familiar, que toma alguna medicación en forma de pastillas.

A veces nos sorprende que los medios de comunicación nos anuncien casi a diario del día mundial de algo, en este caso ¿crees que es importante que haya una fecha al año como el día mundial de la diabetes?

Creo que sí. Es evidente que por sí mismo fijar una fecha no va a provocar que la gente se interese más, o que el enfermo vaya a mejorar… pero lo considero algo así como un gesto simbólico. A parte del granito de arena que supone para dar a conocer la diabetes, creo que sirve como homenaje a los que padecen la enfermedad, pues aun considerándose menos grave o no creo que uno de los mayores privilegios que se tendría que valorar es gozar de una salud equilibrada, óptima. Quien no pasa por algo, no le presta atención. Sólo cuando le toca de cerca es cuando pasa a ser importante, por tanto se merecen un día de concienciación pública al menos, sin ánimo de que parezcan diferentes ni víctimas, sino para decir que esto existe, por ellos y por los que puedan venir. Claro está, que lo fundamental es que por encima de días que signifiquen algo está la ayuda directa y concreta a las personas que lo padezcan.

Quizá lo más llamativo, a mi me ocurrió la primera vez que vi a un diabético inyectarse insulina, sea el concepto que tenemos de las personas que padecen una enfermedad crónica, con las que convivimos a diario, ¿qué opinión tienes sobre cómo valora actualmente la sociedad esta enfermedad?

Como he comentado antes, pienso que sólo quien padece o convive cerca de alguna enfermedad la llega a valorar de una manera diferente y más comprometida que quién no esté habituado a ella. Supongo que con la diabetes ocurrirá lo mismo, aunque en apariencia pueda parecer una enfermedad menor, no tan impactante, más fácil de sobrellevar, e incluso asociada con normalidad a la vejez. La imagen que pienso que se tiene de una persona diabética es la de aquélla que se toma algo dulce o se inyecta, y lo tiene todo controlado, que no parece una enfermedad agresiva y con síntomas molestos, pero supongo que tendrá sus inconvenientes y sus riesgos. No se trata de empatizar con todos los que padezcan diabetes, o de parecer enciclopedias médicas andantes, cada persona hace lo que puede. Sin embargo, en el caso de conocer algún caso cercano o desear colaborar con alguna asociación por ejemplo, sería útil informarse y ofrecerle todo el apoyo real que estuviera en sus manos, pero no tratar a la persona con inferioridad, o con exceso de compasión, ya sea esta enfermedad u otra, sino de manera natural.

La diabetes infantil está muy relacionada con el excesivo consumo de azúcar y dulces, ¿crees que los niños de ahora toman demasiados dulces, bollería industrial, refrescos azucarados, etc.?

No sé qué comían los niños antes de que yo naciera, pero sí me acuerdo lo que merendaba yo de pequeña. Recuerdo mis bocadillos con crema de chocolate untada, o tal vez alguna ensaimada de la típica pastelería de debajo de casa, pero no recuerdo demasiado consumo de los bollos de ahora. Creo que siempre los niños y no tan niños se han deleitado con los dulces, pero también opino que poco a poco se ha ido optando por una repostería más industrial y seguramente menos saludable, que parece elaborada de manera rápida y accesible. Y eso, sumado a la rapidez con la que se vive el día a día, hace que sea una opción fácil para dar a los niños. Alguna que otra vez está bien, pero abusar…

Y hablando de ti, ¿dirías que eres una persona golosa, tienes algún dulce, postre o similar entre tus favoritos?

Jajaja… Sí, soy algo golosa. No soy de postres favoritos, me gusta probar nuevos sabores, pero si tuviera que decir uno diría que sería algo en el que el chocolate fuera el protagonista. Me gusta el chocolate, pero me decanto por el puro en una tableta. O un pedazo de bizcocho con chocolate fundido, una taza de chocolate calentito con sus churros… bueno, o con pan, que me gusta hacerme tiras de pan como si fueran churros y mojarlos en la taza.

Siendo escritora me gustaría saber hasta qué punto los escritores podemos y debemos aprovechar el oficio para comprometernos con la realidad social que vivimos, por ejemplo, ante una situación de crisis económica y social como la que estamos inmersos si la literatura debe ser más reflejo de la realidad o más disipación, literatura de evasión.

Las personas que escribimos creo que tampoco somos una especie de mesías a las que seguir y creer a pies juntillas, somos como el resto, con nuestras virtudes y nuestros defectos, con nuestra personalidad única, y también nos podemos equivocar al emitir una opinión. Si alguien escribe algo en lo que predomine una fuerte carga contra cualquier situación digna de ser criticada, pienso que forma parte de su propia actitud, y de querer y necesitar transmitirlo así a sus lectores. Me parece bien si así se desea reflejar en los escritos, pero no me acaba de gustar que se pretenda demostrar prepotencia, o dar a entender que posee la verdad absoluta, llevado por un afán de protagonismo. No me gusta que un artista utilice su imagen o su tirón mediático para imponerse. Me gusta la honestidad en lo que se quiere reflejar, de corazón, de verdad. Sí estoy de acuerdo en que cada escritor cuente lo que necesite expresar, tenga parte de crítica o no, pero no hay que olvidarse de la ficción, de la imaginación. A veces hay que seguir haciendo que uno sonría, que se emocione y que sueñe al leer, que para cabreos ya tenemos bastante en otros lados.

Como actriz imagino la importancia que se le da a la imagen en nuestra sociedad para acceder a los distintos papeles ya en cine, teatro, tv, etc. ¿Hay, a tu modo de ver, una ‘dictadura de la imagen’, se imponen cánones demasiado estrictos que obligan a descuidar la dieta a l@s compañer@s de tu profesión?

Personalmente no conozco ningún caso en el que se haya exigido a alguien cuidar determinados aspectos de su físico para tener continuidad en el trabajo actoral. La ventaja que tiene un actor en ese asunto considero que es poder optar a un papel una persona más delgada, u otra más gruesa, una más alta o más baja,… Tal vez esa imposición se asocie más en el ámbito del modelaje, donde la imagen física tiene prioridad sobre la interpretativa. Sí es cierto que siempre ha existido un cierto temor en una actriz al pensar que siendo joven puede tener más oportunidades que al haber sobrepasado cierta edad. Yo no considero esto por falta de belleza, sino de papeles. A

unque tendría que puntualizar que hay dificultad ya para adquirir un papel, tenga un actor el perfil que tenga… pero eso es una historia aparte. Creo que hacia el público no se refleja tanto la perfección del cuerpo de un determinado actor o actriz, sino la admiración por su repercusión y fama, su carisma o la publicidad que se le haya dado. Y dentro del mismo sector, entre los compañeros, no pienso que se den estas exigencias tampoco.

¿Qué proyectos tienes actualmente en tus distintas facetas como actriz y escritora?

Hace unos tres años que descubrí también la escritura, y pese a que

ambas facetas me encantan por igual, estoy más centrada en ésta últimamente. Bueno, como he respondido antes, la realidad es que las oportunidades laborales para un actor o actriz son algo difíciles,…  ¡Y lo que surge es lo que hay! Pero ahora acabo de publicar otro libro, en este caso de poesía erótica, “Oda a mi amante”; y también tengo una novela de ciencia ficció

n que está ahí escribiéndose poquito a poco. Espero no tardar en llevar a cabo como directora algún cortometraje con uno de mis guiones, tal vez montar una pequeña productora,… y varias cosas más. Pero cuando sea el momento, ¡claro! Intento siempre tener algo nuevo que inventar y escribir, y eso es algo que hace que sienta mucha satisfacción.

Foto: José Hilla (c
)

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Entrevistamos esta semana a  Eva Villares, actriz y escritora. Tras pasar un tiempo en Madrid para adquirir experiencia actoral, regresa a Valencia y empieza a interesarse por la escritura. En sus relatos trata el erotismo, un género en el que se siente cómoda, aunque también se interesa por la...