Esta semana entrevisto a Mara Torres (Madrid, 1974). Es periodista y escritora, completó su formación de posgrado y doctorado en el departamento de Lengua y Literatura. En 2008 comenzó estudios de Literatura Comparada en la Facultad de Filología de la UCM. Ha desarrollado su trayectoria profesional en la Cadena SER. De ahí pasó a TVE para presentar La 2 Noticias. En 2004 publicó el libro ‘Hablar por hablar. Historias de madrugada’, y en 2006, ‘Sin ti. Cuatro miradas desde la ausencia’ (Finalista al IV Premio Setenil al Mejor Libro de Relatos), ambos de no ficción. ‘La vida imaginaria’, su primera novela, quedó finalista del Premio Planeta de Novela 2012. Ahora publica ‘Los días felices’ (Planeta) por la que le pregunto.

Creo que las ausencias y la soledad son dos de los grandes temas esta novela. En un momento dado, Miguel reflexiona acerca de la ausencia, de no le dolía tanto esta ‘sino asumir que alguien que lo había amado tanto dejara de quererle’. Háblenos de ello, de esos vacíos que nos parecen más profundos tras una ruptura sentimental conforme vamos cumpliendo años.

Muchos lectores me comentan que la novela les ha removido por dentro hasta el punto en el que tenían que parar algunas veces para coger aire. Y parte de esa sensación que provoca tiene que ver con la ausencia. La novela relata veinte años fundamentales del ser humano, un viaje vital que comienza a los 20 años cuando uno disfruta de su felicidad “encendiendo la amistad entre cañas y cigarros” –es un guiño a Cernuda–, y a los 40 se da cuenta de la que vida iba en serio –guiño a Gil de Biedma–. “Cambian las circunstancias, cambian las compañías y cambia uno, pro el Cumpleaños feliz se mantiene impertérrita, siempre desafinada, testificando lo que uno va teniendo y va dejando alrededor”, dice el texto.  En ‘Los días felices’, la imagen de la tarta acaba convertida en una metáfora de la propia vida, de las personas que están, de las que llegan nuevas, de las que se fueron y de las que no volverán.

Otra frase que he rescatado es esa que, supuestamente, Miguel leyó en una revista de psicología. La de que ‘siempre seremos lo que fuimos en el patio del colegio’. ¿La tomó prestada a su vez, en la realidad, de una revista? ¿Quién era Mara Torres en el colegio?

Esa frase me la dijo una amiga que es actriz y modelo. Es una mujer espectacular, pero nunca lleva tacones, y es más, cuando los tiene que llevar por reportaje de moda o por el personaje de una película, se siente incómoda y a mí me eso me ha sorprendido siempre mucho. Un día me contó que era porque en el colegio le hacían sentir “demasiado alta”, siempre la ponían la última de la fila en clase para que las demás pudieran ver bien la pizarra y crecía tanto que se la quedaba corto el uniforme antes de que acabara el curso. Ella fue la que me dijo esa frase: “Siempre seremos lo que fuimos en el patio del colegio”.

Sofía, otro personaje central en esta novela, le dice a Miguel que ‘todo el mundo sabe qué es ser feliz’, pero Miguel cree que no, que creemos saber qué es ser feliz sin saberlo. ¿Qué es la felicidad para usted? ¿Por qué es tan difícil saber de verdad qué es ser feliz?

Es una pregunta a la que no encuentro respuesta, por muchas veces que me la haga. A priori, la respuesta parece fácil, o por lo menos, lo parece en la explicación que da Sofía: tener sueños por cumplir, levantarse ilusionado, valorar lo que uno tiene… y Miguel le responde: “No, Sofía, todo el mundo cree saber qué es ser feliz pero nadie lo sabe”. Supongo que es un sentimiento difícil de definir y que valoramos más cuando lo hemos pasado y, sobre todo, cuando no lo tenemos o lo hemos perdido. No sabemos lo que es la felicidad, sin embargo tenemos muy claro qué es la tristeza. Curioso.

Háblenos de los libros, canciones o películas  que aparecen a modo de cameo en su novela. Por una parte se menciona ‘un libro de poema de Jaime Gil de Biedma’; también ‘Mujeres’, de Ch. Bukowski; un poster de la Guerra de las Galaxias; ‘In the mood for love’, de Wong Kar-wai o la canción ‘No surprises’, de Radiohead.

Hay dos autores que se citan en la novela (Gil de Biedma y Bukowsky) y que forman parte del contexto, pero el protagonista no es un gran lector o no sale definido como tal en la historia. Tampoco hay alardes de música, únicamente salen tres temas que ambientan tres escenas muy concretas. He huido de mostrar al lector mis gustos personales, ni en música ni en cine ni en literatura, es más, a diferencia de ‘La vida imaginaria’, escrita en primera persona en la voz de Fortunata Fortuna, y que incluía algunos guiños personales, en ésta no salgo en nada. Es una narración en tercera persona tan pegada a la voz de protagonista que ni siquiera es un narrador omnisciente, sino que todo se cuenta desde la perspectiva de Miguel Martín. De los tres años que he dedicado a esta novela, el primero lo dediqué a la estructura, el segundo a escribir casi de forma compulsiva los veinte años completos de la vida de Miguel (unas 700 páginas), y durante el tercer año trabajé en construir una narración ágil, que fluyera en el lector, sin demasiadas interrupciones, que quedara en las 300 páginas que tiene la novela.

LOS DIAS FELICES, de MARA TORRES. ISBN: 978-84-08176-84-8

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Esta semana entrevisto a Mara Torres (Madrid, 1974). Es periodista y escritora, completó su formación de posgrado y doctorado en el departamento de Lengua y Literatura. En 2008 comenzó estudios de Literatura Comparada en la Facultad de Filología de la UCM. Ha desarrollado su trayectoria profesional en la Cadena...